Llegó al Nuevo Mundo en 1517 para convertir al cristianismo a los indios taínos de Puerto Rico. Este fraile dominico fue firme defensor, con Bartolomé de Las Casas, de la conquista por el amor y sin armas, método que intentó aplicar en La Florida.
En 1549 llegó a la bahía de Tampa con el objetivo cristianizar pacíficamente a los indios de la región utilizando las lenguas nativas. Al encontrarse con los tocobagas les dijo: «he oça uluata» que significa: «nosotros somos hombres buenos».
Carta de Cancer
Vestido con su hábito y portando una cruz se dirigió a la orilla. Nada más llegar a tierra, los indios le rodearon y comenzaron a golpearle con macanas hasta matarlo, según relata su compañero Gregorio Beteta.
Indio empuñando una macana.