Page 81 - El rostro de las letras
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    64 EL IMPERIO DE LA FOTOGRAFÍA
  viejas cartulinas sepias late aún la estampa viva del pasado y de los fantasmas que lo habitan. En ellas, como sabiamente observó Proust, perduran por mucho tiempo, resistiendo sobre las ruinas de todo lo demás, manteniendo sin doblegarse, el vasto edificio del recuerdo.
Plumier fue uno de los primeros en intuir los nuevos caminos que la masificación del retrato abría a la fotografía, mientras
que Ernest Lacan ya anunciaba en 1856 que la función futura del nuevo lenguaje no iba a ser otra que la de servir de intermediario entre el tiempo presente y el futuro. “El fotógrafo retratista –es- cribió en sus célebres Esquisses Photographiques–, ya no es un operador que hace más o menos bien su tarea, sino que su trabajo le convierte en un intermediario indispensable entre las grandes figuras que pertenecen a la historia y la posteridad, que querrá co- nocer sus rasgos lo mismo que conocerá sus nombres. Ya existen fotógrafos en todas partes; sólo tienen que elegir entre las celebri- dades que les sean cercanas y, por intermedio de algún editor in- teligente que reúnan en una gran colección la efigie de todos esos personajes gloriosos, y conseguirán varias cosas a la vez: una obra de gran interés para el presente y para el futuro y una interesante especulación productiva”. En 1854 Disdéri afirmaba que el futuro desarrollo industrial de la fotografía iba a depender de su capa- cidad para crear una amplia clientela reclutada, no sólo entre la
Fotógrafo trabajando en su estudio en los días de la carte-de-visite. Ilustración publicada en la obra de V. Monckoven, Traité général de la photographie. París, 1863 (Colección Pedro Fernández Melero)
Antoine KEN. Retrato de Juan Valera (1824- 1905), escritor, político, diplomático y acadé- mico de la Española. París, 1858 (Fundación Lázaro Galdiano. Madrid)





























































































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