Page 263 - El rostro de las letras

246 LA MÁSCARA DE LAS LETRAS
más el cráneo pequeño y la frente huida, con una cabeza jibarizada que se abre paso por entre la espuma del hierro forjado, decidida- mente alejada de la testa poderosa que le atribuyó Victorio Macho, que tan poco le gustaba al escritor.
Unamuno fue también generosamente retratado por los fotógra- fos, desde que llegó a Salamanca por primera vez en 1891, hasta el mismo día de su entierro, en las horas postreras del año fatídico de 1936, en que curiales y falangistas acabaron disputándose obsce- namente su cadáver. De sus primeros días universitarios nos han quedado decenas de retratos del establecimiento de Oliván, re- gentado entonces por su viuda, y más tarde por Venancio Gombau (Madrid, 1861-Salamanca, 1929). Los dos vivían en casas vecinas, don Miguel en la calle de Bordadores y don Venancio en la Plaza de Monterrey, con lo que su proximidad aún se fue estrechando más, de modo que no faltó nunca el fotógrafo a cuantos hechos de
Venancio GOMBÁU. La familia de Unamuno al completo. Sentados, en primera fila, Salomé, Pablo, José, María, Felisa, Fernando y Salomé Jugo, madre del escritor. De pie, María Una- muno, don Miguel con su hijo Rafael y Concha Lizárraga. (Fondo Gombau. Filmoteca de Castilla y León)