Page 201 - El rostro de las letras
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    184 EL OJO DE LA HISTORIA
  femenina silueta, confiriendo empaque, importancia y majestad, a la mujer de pequeña estatura. Más tarde comenzará un periodo que en los anales del retrato fotográfico español, bien pudiera llamarse “del sillón de Franzen”. Es curioso comprobar cómo un fotógrafo consigue hacer semejantes a todas las mujeres de un periodo deter- minado. Las damas retratadas entre 1860 y 1890 se parecen unas a otras. Tienen la misma rigidez, la misma gravedad”46.
En su elegante estudio de la calle del Príncipe, a medio camino entre el teatro de la Comedia y el teatro Español, frente a la histórica galería de Juliá –regentada entonces por la viuda de Amayra–, fue levantando Franzen su prestigioso catálogo de retratos, en el que encontramos a los miembros de la realeza y, del rey abajo, a todos los que eran algo en la alta sociedad madrileña de entonces, inclui- dos los escritores de mayor éxito como Pérez Galdós, Benavente, Campoamor y los hermanos Quintero. En pleno éxito profesional, no pudo Franzen sustraerse a la tentación artística tan común entre
En Blanco y Negro publicó Ch. FRANZEN algunas de sus más recordadas secciones, como “Fotografías Íntimas”, en las que cada semana mostraba los ámbitos privados de los más relevantes personajes del día. 1893 (Archivo Monasor)
46 Figueroa, Agustín de, marqués de Santofloro, Dentro y fuera de mi vida, Ed. Guadarrama, Madrid, 1955.






























































































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