Page 48 - Perú indígena y virreinal
P. 48

  MAGIA Y ESPÍRITUS EN LA TRADICIÓN CAZADORA Y RECOLECTORA
Esta concepción común de los sistemas de pensamiento se inicia con su propia tradición recolectora y caza- dora, en la que el animismo y las prácticas chamanísticas resuelven la ansiedad de los primeros grupos andi- nos. Los pobladores más antiguos de la región debieron creer en espíritus y fuerzas sobrenaturales, a quienes responsabilizaban de los cambios observados en los astros y en la naturaleza, así como de la suerte de su sub- sistencia y de sus vidas. Como es obvio, en su experiencia cultural inicial la observación de estos fenómenos debió de ser tan superficial como su sistema nómada les imponía. Pero poco a poco el hombre andino fue fijan- do los espacios, controlando sus posibilidades de extracción de recursos, dependiendo más de ellos y, en con- secuencia, asimilando sus potencialidades a sus necesidades. Durante este proceso de observación, se selec- cionaron aquellos seres y fuerzas de la naturaleza que habían de tener superior importancia ideológica: eso explica que ya desde el Precerámico se decorasen algunos textiles, como el encontrado en Huaca Prieta, con la imagen de un ave rapaz, y que en el arte mural recogido en cuevas y abrigos, como en Toquepala o Junín, se representasen animales de importancia económica, los cuales debieron participar en sus rituales propiciatorios y contribuyeron al éxito de estas reducidas comunidades humanas.
EL DESARROLLO DE UNA RELIGIÓN ANIMISTA: LA NEOLITIZACIÓN
La neolitización en los Andes fue un fenómeno de extraordinaria complejidad que se resuelve en un mosaico de tradiciones culturales, en las que sus ocupantes profundizan en la comprensión de los ciclos de los astros y de la naturaleza con la que interactúan, un aspecto que se antoja más importante a la hora de determinar su ideología y sus nociones calendáricas, así como el ritual a ellas adecuado. La apuesta por una economía agrí- cola, unida al riesgo que supone el abandono de un sistema de vida practicado durante milenios, derivó sus rituales propiciatorios, emparentados con el éxito en la caza y sus fuertes asociaciones mágicas, hacia la fertili- dad agrícola y el desarrollo del grupo familiar, originándose al mismo tiempo uno de los pilares en que se fun- damenta la ideología andina: el culto a los antepasados, que sanciona el asentamiento permanente de las comu- nidades en territorios delimitados y el control de los recursos que contienen.
Tales fundamentos básicos se vieron alterados por el desarrollo de la complejidad social, y se expresan a partir de una iconografía naturalista que utiliza conceptos de integración y de sustitución de elementos para elaborar unos seres más poderosos y con esencias sobrenaturales que exceden a aquellas que les correspon- den en el mundo real. Así culmina la selección de tres animales básicos: el jaguar, la serpiente y un ave rapaz —el cóndor o un águila—, como paquete iconográfico esencial del pensamiento andino. Un ejemplo de esta iconografía temprana lo constituyen los bajorrelieves de estuco del atrio del templo de Garagay, fechados en el Cerámico Inicial.
La aparición de los centros de integración sociopolítica, económica y religiosa, constituye el origen de una estrategia, a largo plazo, de manipulación de los convencimientos fundamentales de esta sociedad, mediante la centralización de la ideología y del ritual. Chavín de Huántar (1300-200 a. C.) es un ejemplo del éxi- to alcanzado a lo largo de este dilatado proceso. Es cierto que con anterioridad a la fundación de este centro se dispone de ejemplos —costeros y serranos— en los que emergen grandes edificios religiosos asociados a ricas ofrendas que varían según el territorio en que se instalan, pero en Chavín cristaliza una compleja simbología que sirve de expresión al éxito de la estrategia agrícola a la que me he referido. La iconografía de El Lanzón,
  Fig. 1 Pinturas rupestres de la gruta de Toquepala, Tacna, 7500 a. C.
 Fig. 2 Escultura de El Lanzón, Chavín de Huántar, ca. 500 a. C.
  COSMOVISIÓN E IDEOLOGÍA EN LOS ANDES PREHISPÁNICOS [ 55 ]


























































































   46   47   48   49   50