Page 121 - Perú indígena y virreinal
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   La rampa estaba flanqueada por muros coronados con pináculos y con óculos abiertos entre sus cornisas superiores; cada esquina tenía una pirámide. Los dos pilares aislados que se observan a la derecha, marcaban el ingreso a la antigua Alameda que partía perpendicularmente. Uno de esos pilares queda englobado en la amplia- ción de la que fue la cervecería Backus, que conser- vaba hasta hace poco en uno de sus muros, la pirá- mide del extremo derecho.
El Paseo de Aguas conserva al fondo, coronado por pináculos y ornado con óculos, seis arcos que flan- quean una «muestra de agua» (esto es una pared donde puede deslizar el líquido por gradientes muy vertica- les) al estilo del «Fontanone» del agua Paola en Roma, ciudad en la que estuvo Amat. Es nuestra opinión que al escribir el virrey «se han hecho juegos de Aguas, cuya máquina a imitación de la que hay en Roma», se refe- ría a ese «Fontanone», que linda con San Pedro en Montorio propiedad romana de la Corona española; y no a la plaza Navona que tiene tres fuentes aisladas sobre su eje mayor. A pesar de ello fue llamado «la Nabona» por Julio Ramón de César y otros, probablemente por su forma alargada.
Los arcos del paseo y las murallas de piedra aún existentes en su parte posterior son parte de un pro- yecto de acueducto para que las aguas de Piedra Lisa no fluyesen a nivel de tierra, como ocurría, sino que lle- gasen desde la parte alta de dichas murallas. El costo, conflictos con los regantes; aunque a nuestro entender, problemas técnicos de inclinación para las aguas fueron concausas para que no se terminase.
Que Amat mostró un interés personal en todos sus proyectos —inclusive en las casas que mandó cons- truir en su tierra natal— lo demuestran los documentos de la Biblioteca de Cataluña. Al analizarlos en agosto de 2002 descubrimos debajo del papel encolado al dorso de un documento (Ms. 400, n.o 128: Plano de unas murallas o fortificación, sin lugar, sin fecha) un bosquejo del terreno de ese Paseo de Aguas antes de su ejecu- ción, con las construcciones limítrofes, la acequia de Piedra Liza, y un puente lateral de arco que iba a lo que se llamó calle de Otero.
Pudimos igualmente identificar una perspectiva de los muros de ese solar —aun semidestruido— al ingreso de la Alameda y del futuro paseo (Ms. 400, n.o 128), antes de ser adquirido por Micaela Villegas la Perri- choli. Muestra contrafuertes y restos de una portada con muro debajo, tres bóvedas donde pasan las aguas: los llamados Peines.
Otras propuestas descartadas para el Paseo de Aguas, que llamaremos A, B y C, existen también en dicha biblioteca. En todas ellas creemos notar el reconocible gusto del virrey constructor.
La propuesta A en perspectiva (Ms. 400, n.o 124: Proyecto II, sin lugar, sin fecha) muestra a la derecha, abajo, una esquina con los mismos detalles del solar semidestruido ya descrito, de allí parte el paseo alargado rectangular con una figura ecuestre al fondo, presumiblemente de Carlos III, flanqueada por dos surtidores de tres copas. Acompaña el paseo por la izquierda una doble hilera de árboles; a la derecha, la acequia canalizada y el puente remodelado. Dos felinos sentados sobre pedestales custodian el ingreso, a la derecha un león suje- ta una vara con una estrella de ocho puntas; a la izquierda un felino de orejas cortas sin melena (¿un puma?) sujeta una «lima» como alusión a la ciudad.
   [ 128 ] LEONARDO MATTOS-CÁRDENAS
Fig. 4 Esquina del ingreso al Paseo de Aguas de Lima, antes de su construcción, 1764, Barcelona, Biblioteca de Cataluña (Ms 400, 128)


























































































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