Page 64 - Escritura experimental en España, 1963-1983
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Escritura ExpErimEntal En España, 1963-1983En un mundo de fuerte competencia mercantil prima la obra que pasa a ser un producto con el que se puede comerciar. El precio obtenido por la venta de la obra determi- na su valor. Ante esta lógica capitalista, muchos creadores, que lógicamente no vivían de comerciar con su obra, no prestaron un particular interés por producir obras, intere- sándose en experimentar, sin preocuparse por los resultados, regalando estos a quienes supieran apreciarlos, y optaron también por dar a conocer el trabajo de los demás, como un intérprete musical hace con las partituras de un compositor. En este ambiente, parecía más ético organizar una exposición o un recital de poesía experimental que ser el autor de una obra publicada.El grupo no llegó a sobrevivir tres años. El acta de defunción la rmaron Ignacio Gómez de Liaño, Fernando López-Vera y Francisco Salazar en un artículo publicado en el Diario Madrid con el signi cativo título: «La cpaa. Enfermedades de la cultura española. Fin de un grupo de combate sin oponentes»,154 en el que aclaran que el fracaso de su in- tento se ha debido a la falta de medios económicos que, al no ser obtenidos en el mercado, debían proceder de subvenciones o ciales que no llegaron a conseguir.155El trabajo de Julio Campal como difusor de cultura poética contemporánea, inicia- do en Problemática 63, cuajó en las exposiciones realizadas en la Galería Barandiarán y, tras la muerte de Campal, en las exposiciones y actos programados y realizados tanto por Fernando Millán y el grupo n. o. como por Gómez de Liaño y la Cooperativa de Producción Artística y Artesana. Todos estos actos y exposiciones tuvieron un doble sentido, por una parte acercaron a los creadores y al público español las nuevas formas del arte a través de obras que poseían un alto interés conceptual e informativo, aunque por los formatos en que se materializaban carecían de escaso valor económico, ya que se trataba de obra impresa, carteles, tarjetas, fotografías, revistas, poemas mecanogra a- dos y todo tipo de materiales efímeros, pero por otra parte estos actos pusieron en contacto a sus organizadores con los creadores de estas obras, con quienes tenían que cartearse para solicitar y recibir las piezas que formarían parte de las muestras que he mencionado.De esta manera algunos de los organizadores, muy particularmente Gómez de Liaño y Fernando Millán, entraron en contacto epistolar, y en ocasiones también personal, con los más destacados creadores del momento quienes, al colaborar en estas exposicio- nes, enviando obra y recibiendo los programas que se editaron, tomaron conciencia de la existencia de movimientos experimentales en una España que en los años sesenta era o cialmente hermética.156Con el cambio de década entre los años sesenta y setenta, se produjo un fenómeno de dispersión. Ramón Barce, Tomás Marco y, después, José Luis Castillejo abandonaron154. Diario Madrid, 11 de julio de 1969.155. Cfr. José Antonio sarmiento: La otra escritura, ob. cit., p. 23.156. Ignacio Gómez de Liaño entró muy pronto, en el verano de 1966, en contacto personal con Henri Chopin, Julien Blaine,Jean François Bory, Arrigo Lora-Totino, Carlo Bellori y Adriano Spatola. Véase Ignacio gómez de liaño: «Elena Asins, o la danza silenciosa de las líneas», en vv. aa.: Elena Asins. Fragmentos de la memoria [cat. exp.], 2011, p. 18. En el archivo laFuente se conservan cinco archivadores con varios cientos de cartas recibidas por Fernando Millán que permiten trazar el nivel de conexión con los creadores más importantes del momento. Entre los corresponsales extranjeros más asiduos están Julien Blaine, Jean-François Bory, Jochen Gerz, Bernard Heidsieck, Maurizio Nannucci, Claudio Parmiggiani, Arthur Petronio, Adriano Spatola, Jirí Valoch y Franco Verdi.68