Page 31 - Escritura experimental en España, 1963-1983
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Escritura ExpErimEntal En España, 1963-1983es una « nalidad sin  n». En este sentido, una obra de arte será formalista si los elementos que conjuga y el orden en que se disponen poseen un sentido no artístico, por ejemplo: político, comercial, promocional, etc., o si carece de contenidos éticos. En realidad, la carga ética es la gran diferencia entre la obra que se con gura como mera especulación o juego formal y la que supone un avance en el conocimiento o en la libertad de las personas. La auténtica obra de arte no responde solo a criterios estéticos, sino que debe ponerse la verdad como meta.Frente a los juegos retóricos basados en el signi cado, la experimentación van- guardista se interesó por el signi cante y valoró la materialidad de las palabras, de las sílabas e incluso de las letras, atendiendo a las sugerencias de sus formas grá cas o de sus cualidades fonéticas. Para ello las palabras tuvieron que abandonar la aburrida unidi- mensionalidad de la línea y el pie forzado del verso, las grandes formas poéticas, como el soneto, el ritmo de piñón  jo y la rima consonante, para conseguir, como reclamaba Marinetti, la libertad de las palabras.La libertad formal de letras y palabras se reconoce como una metáfora de la liber- tad en general y se convierte en un valor ético, tanto más ético cuanto más se aleje de una instrumentación funcional o de una  nalidad determinada.Los experimentos deparan hallazgos y las soluciones encontradas se pueden co- piar y repetir. Desgraciadamente son muy pocos los autores que logran acceder a la au- tentica creación y aportar obras nuevas que permitan ampliar los límites del universo del arte. La mayoría se tienen que conformar con realizar variaciones o repeticiones, con algunos matices propios, de los escasos patrones. Esta no es una particularidad del arte experimental o de la obra vanguardista, es algo que sucede desde los orígenes del arte y su expresión más re nada es la «academia», cuya misión es ofrecer modelos y velar por que las copias de ellos no se separen del camino correcto. Por eso, una de las caracterís- ticas de las vanguardias es el ataque sistemático a las academias que se reconocen como la retaguardia del arte.Uno de los asuntos de la experimentación, entre otros muchos, ha sido convertir las letras, las palabras y las frases en signos plásticos, en iconos grá cos que han tomado un nombre genérico: poesía visual. En ese tipo de poesía se pretende que exista una simulta- neidad entre lo verbal y lo visual, de manera que el texto ofrezca las dos posibilidades de lectura-contemplación y que lo haga de manera simultanea.La experimentación es un recurso propio de las vanguardias, pero no es exclusiva de un tipo concreto de manifestación artística. Se experimenta con el espacio, con el color, con las palabras, con el ritmo, con la materia, con el sonido, con la forma, con el vacío, con el tiempo y con cualquier cualidad o elemento, de manera aislada o combinando unas con otras. Se experimenta con independencia de las disciplinas y de los procedimientos desde la pintura, la arquitectura, la poesía, el cine o la danza, y, además, se hace de manera que las experiencias de unas artes se puedan extrapolar a otras, de forma que procedimien- tos como el collage, por poner un ejemplo, se aplican con la misma e cacia en pintura, escritura, arquitectura, cine o música, permitiendo no solo una especie de paralelismo lin- güístico y operativo entre las diferentes artes, sino una reciprocidad e intercambiabilidad.Esto ha conducido hacia una disolución del concepto clasicista de género artístico y, como consecuencia, a la aparición de nuevos géneros que han surgido por evolución o35


































































































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