Page 31 - El poder del pasado. 150 años de arqueología en España
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Personal del MAN en la puerta del palacete del Casino de la Reina. Fechada entre 1876-1880, es la imagen más antigua que tiene el Museo de sus instalaciones, dependencias y personal. Siempre de izquierda
a derecha, en la primera línea, sentados : Joaquín Salas Dóriga ( Ayudante del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios ), Ángel Gorostízaga
y Carvajal ( Ayudante ), Francisco Bermúdez
de Sotomayor ( Jefe ), Antonio García Gutiérrez ( Director 1872-1884 ), Sergio Salves y Manzano ( Escribiente ), Paulino Savirón y Esteban ( Oficial ). En la línea central : Carlos Castrobeza ( Oficial ), Pedro
de la Hoz y Calvo ( Ayudante ), Vicente Boronat
Moltó ( Ayudante ), Juan de Sala y Escalada ( Oficial ), Manuel de Assas y Ereño ( Oficial ), Julián Gómez Vidal ( Ayudante ). A ambos lados, por encima de esta línea central : ¿ Ángel Fernández de Velasco ?, Mariano Bayona y Arteta ( Oficial ) y un vigilante inidentificado. En la parte superior, portero y dos vigilantes inidentificados.
pra. La de Rada y Malibrán, traerá al man el conjunto de San Isidoro de León ; la de Savirón por Aragón, capiteles y fragmen- tos arquitectónicos de la Aljafería de Za- ragoza... Si bien el resultado de estas ex- pediciones será publicado, en el campo de la edición brilla con luz propia la revista Museo Español de Antigüedades, en ori- gen Museo Arqueológico Nacional pues iba a presentar de forma exclusiva sus principales piezas, pero por decisión polí- tica finalmente amplió sus intereses.
También se publican las primeras guías y catálogos : Noticia Históri- co-Descriptiva del Museo Arqueológi- co Nacional ( 1876 ), y el Catálogo del Museo Arqueológico Nacional. Sección Primera, tomo I, ( 1883 ) ambos salidos de la mano de Rada.
Durante los años de la dirección de García Gutiérrez ( 1872-1884 ), Ber- múdez de Sotomayor ( 1884-1886 ) y Castellanos de Losada ( 1886-1891 ) el Museo se consolida, participando en exposiciones internacionales y aumen- tando los fondos con importantes co- lecciones típicas del xix, formadas por grandes fortunas, viajeros y diplomáti- cos, como la de antigüedades clásicas italianas del marqués de Salamanca o las orientales y egipcias de Asensi, Abargues y Toda i Güell.
A Rada, ya convertido en director del Museo ( 1891-1900 ) corresponderá llevar a cabo la mudanza a la nueva
sede, el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, iniciado por Jareño en 1866 y finalizado por Ruiz de Salces en 1892, que debía inaugurarse en ese año con la celebración de las exposi- ciones conmemorativas del IV Cente- nario del Descubrimiento de América. En su preparación, instalación y catálo- go intervinieron casi todos los faculta- tivos del Museo, aprovechando para trasladar y montar lo que luego serían algunas de las salas en su nueva sede, anticipando el traslado definitivo.
El nuevo edificio no resolvió los problemas de espacio y de exposición pues aunque en casi todos los proyectos el Museo ocupaba su mayor parte, final- mente perdió espacio en favor de la Bi- blioteca, por lo que de nuevo se exponen las colecciones sin conseguir el orden que se pretendía. En esta sede, inaugura- da el 5 de julio de 1895, pronto comenza- ron las obras de reparación y reformas. Los patios, proyectados como espacios de recreo descubiertos, debieron cubrir- se precipitadamente para convertirse en salas, con constantes problemas para las piezas. Además, la exposición del Museo va a estar supeditada a cambios, monta- jes y desmontajes debido a la constante cesión de sus espacios a otras institucio- nes, convirtiéndose esta ocupación en un mal casi endémico.
En cuanto a la museografía a lo largo de esta época apenas refleja pe-
queños cambios y se ofrecen salas abi- garradas con el mayor número de pie- zas posible, clasificadas atendiendo a los conceptos de « Historia », « Trabajo Humano » y « Vida Social » siguiendo — si era posible— un orden cronológico, geográfico o la clasificación por estilos y formas, pero sin transmitir, como cri- ticaría años más tarde Pierre Paris ( 1936 : 11 ) información sobre la « vida » de las sociedades antiguas.
A Rada le sustituyen Juan Catali- na, catedrático de Arqueología, Numis- mática y Epigrafía en la Universidad Central ( 1900-1911 ) y Rodrigo Amador de los Ríos ( 1911-1916 ), uno de los máxi- mos especialistas en arqueología hispa- noárabe de finales del xix y principios del xx. Se incorporan al Museo, entre otros, Gil y Flores, Ignacio Calvo y Casto María del Rivero, a Numismática ; Sente- nach a Etnografía ; o Álvarez-Ossorio a la sección primera. A él se debe, con la ayuda Rada y Méndez, la principal guía de esta etapa Breve Resumen o Guía explicativa del MAN ( 1900 ).
La misión docente que por ley te- nían los museos va a ir perdiéndose al avanzar el siglo xx con una nueva polí- tica educativa que favorecerá la crea- ción de otras instituciones de investi- gación en arqueología, por lo que el man irá perdiendo gradualmente su papel rector oficial de la arqueología española.
La etapa pionera de la arqueología española ( 1867-1912 )
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