Page 157 - El arte del poder
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tificar, pero el capacete, guarnecido con una corona, se ha que- rido relacionar erróneamente con un capacete flamenco proce- dente de su armería, actualmente conservado en Madrid10. Siguiendo un modelo borgoñón, en la mano derecha sostiene una espada en cuya hoja ostenta su mote «QVI VODRA», al igual que en otra espada también conservada en la colección11, mien- tras que sobre el cuello luce el Toisón de Oro. En este sentido dedemos recordar que tanto el Toisón, como las armas reales y los motes personales, serán tres elementos vinculados a la ima- gen del poder real adoptados por su hijo Carlos V para la deco- ración de sus armaduras y armas de parada.
Poco tiempo después, Carlos V fue retratado en armadura, de medio cuerpo y con una espada en la mano al igual que su padre (cat. 14). Junto con sus dos armaduras infantiles conser- vadas12, este retrato nos indica que Carlos V fue uno de los primeros príncipes en disponer de este tipo de objetos desde su más temprana infancia. Ilustra claramente la influencia de su abuelo y de su padre en su formación caballeresca y en los gustos del futuro emperador. Por ello es fundamental para comprender parte de la mentalidad que le llevó a crear una de las más importantes armerías de su tiempo, conservada entre la Hofjagd- und Rüstkammer del Kunsthistorisches Museum de Viena y la Real Armería de Madrid. Las dos forman un conjunto sin igual dividido por los avatares de la historia de los Habsburgo. Las ideas inculcadas a este niño, sus primeras armaduras y sus primeros retratos son la génesis de todo el desarrollo posterior de una parte fundamental de la historia del arte de la armadura y del retrato de corte. La mentalidad, las creencias y la proyección personal que como adulto refle- jarán sus armas y retratos, vinculados entre sí por hechos de gran trascendencia de su gobierno, permitirán que esta sim- biosis pueda llegar a ser considerada como un gran aparato de propaganada en el que la proyección privada y la pública no se pueden diferenciar con claridad.
Las armaduras emblemáticas y la fijación
de los modelos en el retrato de corte en el siglo XVI
La relación documentada entre la Real Armería y el retrato de corte en armadura se inicia hacia 1530, ya que hasta ese momento no conocemos otros retratos y armaduras, a parte de los ya citados de principios de siglo. En esta relación se dis- tinguen claramente dos momentos. En el siglo XVI la impor- tancia simbólica de la Real Armería es proyectada de manera estricta en la pintura de corte. La consideración de Carlos V
though the cabasset adorned with a crown has been identified erroneously as a Flemish cabasset from Philip’s armory, now in Madrid.10 In accordance with Burgundian portrait tradition, his right hand holds a sword, the blade of which displays his motto “QVI VODRA”—found on another sword in the collection11—and hanging from his neck is the badge of the Golden Fleece. In this connection it should be remembered that the Fleece, together with the royal arms and personal mottos, are three elements linked to the image of royal power that were adopted by Philip’s son Charles V to decorate his parade armors and arms.
Shortly afterwards, a half-length portrait was painted of Charles dressed in armor and holding a sword in the same way as his father (cat. 14). Together with the two surviving armors made for him when still a boy,12 this portrait indicates that Charles V was one of the first princes to own objects of this kind from early childhood and clearly illustrates the influence of the future emperor’s grandfather and father in his chivalric upbringing and tastes. It therefore sheds essential light on a facet of the mentality that spurred him to establish one of the most important armories of his time, the contents of which are distributed among the Hofjagd- und Rüstkammer of the Kunsthistorisches Museum in Vienna and the Royal Armory in Madrid. The two suits of armor form a matchless set that came to be divided by the vicissitudes of the history of the Habsburgs. The ideas instilled in the boy Charles, his first armors, and his first portraits are the genesis of the subsequent development of a fundamental part of the history of the art of armor and court portraiture. The mentality, the beliefs, and the adult image conveyed by his arms and portraits, which were interlinked by events of far- reaching significant during his reign, allow us to consider this symbiosis as a major propaganda apparatus in which private and public image cannot be clearly differentiated.
Emblematic armors and the establishment of models in sixteenth-century court portraiture
The documented relationship between the Royal Armory and court portraits of armor-clad sitters began about 1530, as there are no earlier known portraits and armors apart from the aforementioned examples from the beginning of the century. Two clearly differentiated moments can be distinguished in this relationship. In the sixteenth century the symbolic importance of the Royal Armory was conveyed
156 la real armería en el retrato español de corte