Page 19 - Barbieri. Música, fuego y diamantes
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FRANCISCO ASENJO BARBIERI. PENSANDO EN ESPAÑA
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 alguna manera la vida de Barbieri, quien cambiará su domicilio de la Plaza del Rey, no. 5, izda., a la cercana calle de Barquillo, no. 19. Este cambio durará poco dado que en 1882 firma sus cartas desde Plaza del Rey, 6o principal, derecha, donde vive hasta su fallecimiento.
Debemos completar este retrato humano de nues- tro héroe, con el conocido y repetido texto del perio- dista Eduardo de Lustonó, donde se recoge la opinión del propio Barbieri sobre sí mismo:
¿Tú sabes lo que me pides? Figúrate que yo he sido lego en un convento, estudiante de medicina, aprendiz de ingeniero, alumno del conservatorio, corista, partiquino, director de orquesta, apunta- dor, contrabandista durante una hora, buhonero en cierta ocasión, director de un liceo, secretario de otro, músico militar, miliciano nacional, em- presario, periodista, bibliófilo, compositor y cons- tante adorador del bello sexo10.
Esta visión irónica y vitalista de su vida, tiene un
fondo reseñable, y es que, el músico es consciente de
su versatilidad, de estar dotado de una personalidad
única. En efecto, Barbieri fue compositor, director de
orquesta, libretista, poeta, escritor, filólogo, musicólogo,
empresario, bibliófilo, organólogo, e incluso, enólogo y
gastrónomo. Pero a pesar de estas dotes excepcionales, tiene capacidad para contem- plar su persona y su obra con un curioso realismo, no falto de humor e ironía. Da la impresión de que se observa desde cierta lejanía. Por ello no tiene inconveniente en utilizar diversos apodos en la correspondencia con sus amigos: Bandurria, Alfa- jemín, Maestro Seguidilla, Murguista, Cardererilla, Peluca, Frasquillo, Guercino, fray Francisco de la Solfa, etc., relatar en sus Memorias los silbidos que reciben al- gunos de sus estrenos o exponer con ironía lo que eran sus públicas virtudes, como su capacidad infinita para el trabajo.
2 LA FORJA DE UN MÚSICO HUMANISTA
Barbieri nace en una familia que le facilita el camino y de alguna manera lo de- termina. Dos personas son especialmente importantes en la vida del mú- sico, su madre, doña Petra Barbieri Luengo, y su abuelo, don José Barbieri.
Su madre era mujer de fuerte personalidad, y de magnífica formación musical y literaria. Mantuvo una estrecha relación con su hijo, con el que vivió durante toda
10
Eduardo de Lustonó: «Recuerdos de periodistas. Barbieri», Alrededor del Mundo, 15-8-1901, p. 110.
Petra Barbieri, madre de
F. A. Barbieri. BNE [cat. 9].
















































































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