Page 170 - Anuario AC/E de cultura digital 2024
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para experimentar con las lenguas originarias y sus imaginarios, sobre todo en un momento en que la inteligencia artificial permitiría realizar las traducciones y localizaciones de los videojuegos a precios accesibles y en tiempos mucho más acotados que si estos tuviesen que realizarse «manualmente» por sus desarrolladores.
Al ser una oportunidad de negocio y de proyec- ción cultural tan importante, valdría la pena ex- perimentar con ello y considerar la intervención gubernamental amplia con una legislación que, tal como lo solicita la DEV, contemple cuotas como la que se ha aprobado en España para la industria audiovisual en una lógica similar a la empleada en la Ley de Contenidos Audiovisuales para asegurar que las plataformas internacionales o nacionales que facturen más de cierto monto inviertan un porcentaje de estas ganancias en crear en lenguas minoritarias y/o hacer otros de sus productos accesibles en estas lenguas.
IV. Principales conclusiones del Focus y recomendaciones
La diversidad lingüística y cultural se establece desde un lenguaje generoso y posibilitador
Las lenguas objeto de estudio de este informe son denominadas de maneras diversas: mino- ritarias, regionales, cooficiales, originarias o indígenas, según las distintas regiones en donde se hace referencia a ellas. Esta diversidad en su nomenclatura habla no solo de la lectura que tanto la sociedad como el Gobierno correspon- diente tienen sobre su origen y uso, sino del valor y la proyección que estos códigos lingüísti- cos y culturales encierran. Es importante tomar conciencia de las diferentes connotaciones
que cada una de estas nomenclaturas implica e interesante promover el debate y el diálogo en torno a un uso más actual y posibilitador para referirnos a ellas.
Reconocimiento de la economía creativa y las lenguas minoritarias/cooficiales como fuente de riqueza y pilar de desarrollo
Son cada vez más los Gobiernos e iniciativas privadas, globales y locales que están dando prioridad a la denominada «economía crea- tiva» (o «economía naranja») que apuesta por el impulso de la artesanía, el arte popular, el diseño, el cine, la gastronomía, la literatura, la música y otras artes creativas como generado- res de desarrollo sostenible, particularmente
a medio y largo plazo. No solo es la Unesco quien reconoce esta importante labor a través de su Red de Ciudades Creativas,156 sino que existe una tendencia global a alentar a que los países aprovechen su cultura y la creatividad de sus habitantes en sus estrategias de desarrollo sostenible, mediante iniciativas internacionales, regionales y locales que inyectan recursos para tal fin. A su vez, un mayor número de estas iniciativas están incorporando en sus prioridades aquellas propuestas en lenguas minoritarias y/o cooficiales por la riqueza y singularidad cultural y antropológica que conllevan y la consecuente riqueza que estas pueden generar.
Revisión y regulación del sector y particularida- des de la oferta digital
Una vez terminada la emergencia sanitaria causada por COVID-19, parece que los Gobiernos del mundo se están centrando en atender las implicaciones de la proliferación de las nuevas tecnologías. Los esfuerzos por regular los ne- gocios digitales están adquiriendo una mayor importancia a medida que la industria del entre- tenimiento se vuelve cada vez más dependiente de estos productos y servicios. Nuevos marcos jurídicos están apareciendo para regular aspectos que van desde la generación de cuotas para con- glomerados internacionales con el fin de apoyar la producción en las industrias creativas locales y
156 https://www.unesco.org/en/articles/foste- ring-creative-cities-south-east-asia-prioriti- zing-creativity-over-tourism
FOCUS
Análisis internacional sobre el uso de lenguas minoritarias en la cultura digital