Page 135 - Anuario AC/E de cultura digital 2024
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desaparecerán con el tiempo... ¿Pero para qué correr el riesgo consciente de que estas se desvanezcan?
«Cuando las lenguas se desvanecen, también
lo hace el rico tapiz de diversidad cultural del mundo. También se pierden oportunidades, tradiciones, memoria, modalidades únicas de pensamiento y expresión, recursos valiosos para garantizar un futuro mejor», señaló la Unesco en el documento publicado en el marco de la celebración del Día Internacional de la Lengua Materna 2023.
Pensemos que África es un continente cuya riqueza lingüística y cultural es extraordinaria, tanto que es casi imposible determinar el nú- mero de lenguas que allí se hablan, pues estas
se encuentran en transformación permanente, por lo que Papúa Nueva Guinea, en Oceanía,
es considerada como la nación con mayor diversidad lingüística del mundo, al contar con una población de alrededor de siete millones de habitantes y el extraordinario número de más de ochocientas lenguas.
Tan solo dentro de la Unión Europea (UE) son
veinticuatro las lenguas oficiales reconocidas, pero existen más de sesenta lenguas minoritarias con entre treinta y cuarenta millones de hablan- tes aproximadamente.9 (Ruiz, 2022, p. 41) Este número asciende para toda Europa a cincuenta millones de hablantes de una lengua regional, minoritaria o en peligro de extinción, lo que equivale al 10 % de la población de la UE.
Estas minorías lingüísticas empezaron a surgir
a raíz de la construcción de los Estados nación en el siglo xviii. La ideología dominante era que a cada entidad política correspondía una sola lengua, bajo la convicción de que la diversidad lingüística atenta contra la cohesión interna, el desarrollo y la identidad nacional.
9 https://ced.revistas.deusto.es/issue/view/285/148
Para Belmar y Glass (2019), la existencia de lenguas estatales comunes que toda la po- blación tenía que compartir excluyó al resto
de las lenguas de la modernidad y las relegó
a la periferia geográfica, económica, cultural
y sociopolítica (p. 3).10 Hoy en día todavía es posible atestiguar las consecuencias de estos procesos homogeneizadores. Aunque, como
ya hemos mencionado anteriormente, existen más de sesenta lenguas minoritarias en Europa, cuarenta de los cincuenta Estados europeos son oficialmente monolingües, es decir, disponen de un idioma oficial para el conjunto de su territorio (Ruiz, 2022, pp. 39-40).11
Aunque no hay un acuerdo definitivo entre los especialistas, la definición de lengua minoritaria que prevalece es la de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, convenio que entró en vigor el 1 de marzo de 1998 y que señala en su artículo 1:
Por «lengua regional o minoritaria» se entiende las lenguas que son tradicionalmente practicadas dentro de un territorio estatal formando un grupo numéricamente más reducido que el resto de la población del Estado.
Cada vez es más importante tomar conciencia del impacto social que tiene el lenguaje a la hora de definir o clasificar cualquier aspecto cultural. Es curioso, cuando menos, pensar que denomi- nar minoritaria a una lengua implica sugerir su subordinación a otra a partir de criterios como
el número de hablantes del lugar de origen de esa lengua minoritaria en comparación con otras lenguas que cohabitan en esa zona. De la misma forma, denominarla «lengua regional» de alguna manera sugiere acotarla a su alcance geográfico. En este contexto, vale la pena considerar que estas mismas lenguas son denominadas «lenguas originarias», y no minoritarias, en el continente americano, en un esfuerzo por reconocer su
10 https://journals.ispan.edu.pl/index.php/adeptus/ article/view/a.1968/5477
11 https://ced.revistas.deusto.es/issue/view/285/148
ANUARIO AC/E DE CULTURA DIGITAL 2024
                                                     Análisis internacional sobre el uso de lenguas minoritarias en la cultura digital
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