Page 120 - Anuario AC/E de cultura digital 2018
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Estas especialistas afirman que
la tecnología se podrá aliar con la lectura y conseguir buenos resultados siempre que todos los agentes que intervienen en la cadena de creación, difusión y consumo del libro se involucren y además se definan estrategias globales que permitan establecer las condiciones idóneas para su desarrollo: editores, programadores, mediadores (padres, maestros y bibliotecarios) y por supuesto la administración, son fundamentales para que tabletas y teléfonos pasen de ser competidores a aliados de la lectura.23
Cómo favorecer que los dispositivos electrónicos sean aliados en
la promoción de la lectura
El quid de la cuestión está en normalizar la presencia de los materiales digitales de lectura en los hogares, en las aulas y en las bibliotecas públicas y escolares. Para que los dispositivos móviles se conviertan en aliados y la lectura digital despegue de manera definitiva deberían darse una serie de condiciones24:
• Un catálogo amplio en cuanto al número de títulos ofrecidos, especialmente en español.
• Una oferta de obras de calidad adecuada a los gustos, intereses y capacidades de los lectores.
• La incorporación de enriquecimientos tecnológicos adaptados a las historias que no sean un simple añadido de elementos interactivos dispersos a través del libro.
• Productos bien diseñados que incorporen todo tipo de tendencias y estén disponibles a precios atractivos.
¿Sigue teniendo sentido la mediación en estos tiempos de «netflixización»?
A pesar del fenómeno de desintermediación que rige buena parte de los procesos en la era digital,
diversos estudios muestran como la existencia de mediación incide de manera positiva en los lectores en favor de la lectura digital. Ese influjo se traduce tanto en la percepción de la lectura de obras digitales como en la confianza en el uso y manejo de los dispositivos, la constancia, y en cierto modo también ayuda a la comprensión de los contenidos.
Parece que la mediación en casa y desde la escuela, la biblioteca u otras instancias y la posibilidad de compartir lecturas a través de determinadas propuestas sigue ejerciendo un efecto motivador también en los entornos de lectura digitales. En consecuencia, se muestra como con estas actuaciones los usuarios acre- cientan su predisposición ante las obras digitales y se influye de manera positiva en la recepción de las lecturas.
Estas consideraciones se apoyan en los informes generados por investigaciones como la desarro- llada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez de 2009 a 2011 en torno a la lectura digital. El Programa Territorio Ebook25, que es como se denominó la mencionada iniciativa, se propuso indagar en el impacto de la lectura digital sobre los lectores, las actitudes de estos ante las obras electrónicas, sus destrezas en el manejo de los dispositivos de lectura y sus niveles de compren- sión de los contenidos. Igualmente se trataba
de comprobar en qué medida las intervenciones formativas y motivadoras incidían en la modifica- ción de las variables anteriores.
En cuanto a las conclusiones, como se recoge en un artículo del último Anuario ThinkEPI26, aunque en cada tramo de edad estudiado se manifiestan ciertas peculiaridades y matices, en su conjunto podrían establecerse los siguientes aspectos más significativos y constantes:
En cuanto a la actitud:
• Los lectores que toman parte en las dina- mizaciones planteadas desde la biblioteca se muestran más satisfechos con los dispo-
LA LECTURA
El lector en la era digital














































































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