Page 51 - Actas Afrancesados y anglófilos
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algunas ocasiones pidió a amigos y conocidos residentes en ciudades francesas, la puntual descripción de algunas casas y jardines de la burguesía gala.14Durante su juventud María Josefa Pimentel vivió con su madre, doña Faustina Téllez-Girón, en Madrid en el palacio familiar situado junto a la puerta de la Vega, en las inmediaciones del Palacio Real. Aunque tras su matrimonio en 1771 se trasladó a vivir al palacio de Leganitos, en donde los duques establecieron la residencia familiar, siempre volvió a ella durante las ausencias de su marido. Su decoración interior con muebles a la inglesa y a la francesa, las paredes recubiertas con paneles de sedas y madera ricamente trabajada o con lacas al gusto chinesco, y las boiseries doradas con espejos que decoraban las estancias privadas de pequeño tamaño comunicadas entre si fue muy comentada en la época. Junto a esta nueva distribución del espacio doméstico, el palacio también contaba con una de las salas de la biblioteca «hecha a la inglesa» con vistas al jardín, o un «quarto alto de observatorio», buena muestra de las inquietudes de la condesa-duquesa.15 María Josefa Pimentel permaneció siempre muy vinculada a esta casa, y años más tarde ordenó la renovación de los programas decorativos de las pinturas de los techos, realizadas por el pintor Vicente Gómez bajo la dirección del arquitecto de la casa Juan Pedro Arnal, y entre 1792 y 1796 el escultor Ramón Pardo compuso los adornos de las chimeneas de la casa y las columnas del salón chinesco.16Tras contraer matrimonio, María Josefa y su marido se instalaron en el palacio de Leganitos, famoso sobre todo por albergar la gran biblioteca familiar.17 Tras regresar de París en 1800, los duques decidieron encargar a Charles François Mandar un proyecto para remodelarlo siguiendo modelos palatinos de corte francés, y en el que pudieran poner en práctica los gustos y usos que habían disfrutado en la capital gala.18 Los bellísimos planos conservados en la Biblioteca de la Escuela de Bellas Artes de París, en los que también colaboró Bélanger en el diseño de los jardines y Lethiers en la decoración de los interiores, muestran un enorme palacio con todo tipo de salas de aparato -gran escalera, salón de baile, estancias para recibir, comedor, capilla, etc.-, una biblioteca con capacidad para cien mil volúmenes, un teatro, una amplia zona destinada a las habitaciones privadas -cámaras, gabinetes, dormitorios, baños y oratorios, duplicados para el uso del duque y la duquesa, y a su vez para utilizarlos en invierno y verano-, otra destinada para usos administrativos y el archivo, y numerosas estancias para alojar a todos los miembros que componían la corte de los duques. Los jardines, diseñados a la inglesa, incluían un templo circular dedicado a Pan, otro chinesco, una fuente de Egeria -en clara alusión al duque y la duquesa, representados como Numa y Egeria-, un casino a la italiana y un templo dedicado a los españoles ilustres. La muerte del duque en 1807 y la Guerra de la Independencia impidieron que la duquesa llevara a cabo este proyecto.1914 Pedro Navascues, “Casas-palacio de la familia Osuna”, en Carmen Añón (coord.), Jardines clásicos madrileños, Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 1981, pág. 134.15 Así consta en el inventario de « [...] los adornos, colgaduras y muebles que existían en la casa sita en esta corte de la Puerta de la Vega [...] en 23 de mayo de 1781 [...]». AHN, Osuna, Cartas, leg. 441, exp. 51. Realizado por habitaciones, describe con todo lujo de detalle el mobiliario que decoraba las principales estancias del palacio.16 Sobre este edificio, que fue demolido durante la remodelación de la calle Bailén, véase África Martínez Medina, Palacios madrileños del siglo XVIII, Madrid, La librería, 1997, págs. 120-129.17 Para la historia de este palacio, Ibíd., págs. 94-106.18 También fue autor de varios tratados que se encontraban entre los volúmenes de la biblioteca de los duques de Osuna: De l'Architecture des forteresses, ou de l'Art de fortifier les places... 1re partie. Essai sur la fortification..., París, 1801, y los Études d'architecture civile, ou Plans, élévations, coupes et détails nécessaires pour élever, distribuer et décorer une maison et ses dépendances, publiés pour l'instruction des élèves de l'École royale des ponts et chaussées, París, 1811.19 Sobre este tema, Pedro Navascues, “Casas-palacio de la familia Osuna”, cit., págs. 125-129.4