Page 48 - Actas Afrancesados y anglófilos
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La corte de la duquesa de Osuna. Un ejemplo de mecenazgo ilustradoMercedes Simal LópezEn los años que precedieron a la Guerra de la Independencia, en el panorama cultural español brilló con luz propia la que ha sido calificada por Carmen Iglesias como la gran figura de mujer ilustrada en España, María Josefa Pimentel, XV condesa- duquesa de Benavente, y duquesa consorte de Osuna.1Nacida en 1752, a los doce años se convirtió, por muerte de su padre, en la titular de una de las más importantes casas nobiliarias españolas, el condado-ducado de Benavente, concedido por Enrique III en 1398 y cuyos orígenes familiares se remontaban, según los genealogistas, a Julio Marcio César Pimentario, procónsul enviado por Julio César a la Península Ibérica. A esta dignidad también iban aparejados los títulos de duquesa de Gandía, condesa de Alba de Liste, marquesa de Jabalquinto, princesa de Anglona, duquesa de Béjar a partir de 1777, de Arcos a partir de 1780, etc.2Por azares del destino, apenas unos meses antes de contraer matrimonio el 29 de diciembre de 1771 con Pedro Alcántara Téllez Girón, segundo hijo del duque de Osuna, el que sería su marido, por muerte de su hermano primogénito, se convirtió en marqués de Peñafiel, y por lo tanto heredero del ducado, produciéndose la no deseada unión de ambas casas que aglutinaban una de las mayores concentraciones de títulos nobiliarios de España.3A pesar de la preponderancia del título de duquesa de Osuna, que empezó a utilizar a partir de 1787, María Josefa Pimentel siempre fue conocida en la época como condesa-duquesa de Benavente. Desde muy joven destacó en la sociedad madrileña no sólo por su posición y su destreza como amazona, su sino sobre todo por su ingenio, su cultura y su carácter decidido, y podemos considerarla como uno de los mejores exponentes de la nobleza ilustrada de la época con aspiraciones propias, independiente de su marido, y abierta e interesada por las nuevas tendencias en los ámbitos económicos, científicos y culturales. Son muy conocidas las frases que la definieron en su época como «la mujer más distinguida de Madrid por sus talentos, mérito y gusto» en opinión de Lady Holland, o «la más encopetada dama de España y de mayor elegancia y rango en Europa» según el general Fernández de Córdoba.4Con una sólida formación cultural y conocedora de varios idiomas, practicó durante toda su vida algunas de las costumbres típicamente francesas de la época, como el1 Sobre su figura, continúa siendo fundamental la biografía que trazó Carmen Muñoz Roca-Tallada, condesa de Yebes, a partir de la correspondencia de la condesa-duquesa conservada en el Archivo Histórico Nacional. Condesa de Yebes, La condesa- duquesa de Benavente: una vida en unas cartas, Madrid, Espasa-Calpe, 1955. En relación a su perfil ilustrado, María Carmen Iglesias, “La nueva sociabilidad: mujeres nobles y salones literarios y políticos”, en María Carmen Iglesias (coord.), Nobleza y sociedad en la España Moderna, II, Oviedo, Ediciones Nobel, 1997, págs. 179-230.2 Respecto a la Casa de Benavente véase Isabel Beceiro Pita, El condado de Benavente en el siglo XV, Salamanca, Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”, 1998; Fernando Regueras Grande, Pimentel. Fragmentos de una iconografía, Salamanca, Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”, 1998; Mercedes Simal López, Los Condes-Duques de Benavente. Patronos y coleccionistas en su villa solariega, Benavente, Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”, 2002.3 Sobre la Casa de Osuna, véase Ignacio Atienza Hernández, Aristocracia, poder y riqueza en la España Moderna. La casa de Osuna. S. XV-XIX, Madrid, Siglo XXI, 1987, y José Ignacio Martínez del Barrio, Mecenazgo y política cultural de la Casa de Osuna en Italia (1558-1694), Tesis doctoral Inédita, Universidad Complutense de Madrid, 1990.4 Condesa de Yebes, op. cit., pág. 9.1


































































































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