Page 30 - Actas Afrancesados y anglófilos
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Bajo su dirección siguió vigente el referente de la Académie de France como uno de los centros de estudio importantes a donde mandar a los pensionados españoles: Preciado de la Vega informa en una carta del 15 de mayo de 1760 a las autoridades de la Academia de San Fernando, que había obtenido para todos los becarios la autorización de estudiar en la institución gala.55Casi todos los pensionados acuden a ella para complementar o sustituir temporalmente las obligatorias clases en la Accademia del Nudo en el Campidoglio. En julio de 1764 encontramos allí a los escultores Antonio Primo y a Antonio Carnicero moldeando el Apolo de Belvedere y el Laoconte.56 También Antonio Martínez, que, al igual que Goya, se había costeado el viaje de su propio bolsillo, dibuja en la institución francesa.57Sobre los caminos emprendidos por Goya en Roma en 1771 nos informa sólo su pequeño libro de apuntes, el Cuaderno italiano58. En él copió Goya, por ejemplo, algunos frescos de Giaquinto en la iglesia de San Nicolà dei Lorenesi59 y esculturas clásicas, como el Hércules Farnese60, entonces aún en el Palazzo Farnese y el Torso de Belvedere61 del Vaticano.En las primeras páginas aparece además una secuencia de figuras envueltas en abundantes paños, parecidos a las figuras drapeadas realizadas por Castro.62 Sus figuras “posan” de frente, de perfil o de espaldas, sentadas o de pie y sus vestimentas suman el abecedario académico de tipos religiosos, profanos o “a la antigua”. Es muy probable que Goya haya acudido a las clases introducidas por Vleughels y retomadas por Natoire en 1758.El repertorio de figuras de paños a dibujar apenas había cambiado durante la estancia del aragonés en Roma. Natoire propuso tipos muy parecidos a los que se dibujaban bajo la dirección de Vleughels, tal como queda documentado en un cuaderno conservado en el Museo del Prado.63 De autor anónimo, aparecen entre sus páginas por ejemplo el mismo Monje en plegaria dibujado por el pensionnaire Jean-Honoré Fragonard entre 1758 y 1760 y grabado por Bénard hacia 1760 para ilustrar el artículo “Dessins” de la Encyclopédie.64La figura reclinada, velada y en actitud implorante de la página 6 del Cuaderno italiano (il. 1) de Goya es indudablemente otro estudio con una figura de paños, apuntada en los aulas de la academia francesa: lo demuestra de nuevo el volumen del55 Claude Bédat, La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, cit., pág. 264.56 Amada López de Meneses, Las pensiones que en 1758 concedió la Academia de San Fernando, 1933, cit., pág. 65.57 María Ángeles Alonso Sánchez, op. cit., pág. 108.58 Francisco Calvo Serraller, Manuela B. Mena Marqués, Jesús Urrea, El Cuaderno Italiano. 1770-1786. Los orígenes del arte de Goya, Madrid, Fundación Amigos del Museo del Prado, 1994, con transcripción anotada de Mena Marqués. Analizamos el cuaderno de Goya también en el contexto de los taccuini del siglo XVIII: “Die Vielfalt spanischer Taccuini: Italien aus der Sicht Félipe de Castros, José del Castillos und Francisco de Goyas”, Nicola Hille y Monika E. Müller (Eds.), Zeiten-Sprünge. Aspekte von Raum und Zeit in der Kunst vom Mittelalter bis zur Gegenwart. Festschrift für Herrn Prof. Dr. Peter Klein, Regensburg, Schnell & Steiner Verlag, 2007, pp. 137-154.59 Benito Navarrete Prieto, “Francisco de Goya en San Nicolás de los Loreneses de Roma 1770”, Archivo Español de Arte, LXXV, 2002, 299, pp.293-343.60 Págs. 58r, 59a, 61a. Manuela Mena Marqués, op. cit., págs. 62-63.61 Págs. 139a, 141a, 143a, 145a. Manuela Mena Marqués, op. cit., pág. 70.62 Analizamos esta secuencia en El Cuaderno italiano de Goya, cit. , págs. 89-90 y 93-94.63 Museo Nacional del Prado inv. D04335, D04337, D04340, D04341, D04343, D04346, D04347, D04350, D04351, D04354, D04356, D04358, D04359, D04361, D04364, D04366, D04368, D04370, D04372, D04373, D04388, D04393, D02870 hasta D02874, D05457, D05460 hasta D05468.64 Marianne Roland Michel, Le dessin français au XVIIIe siècle, Fribourg, Office du Livre S.A.,1987, pág. 74.9