Page 80 - 100 años en femenino
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coincidencias relacionadas en lo que respecta a la organiza- ción jerárquica entre hombres y mujeres, dentro del ámbito privado y en el espacio público. A pesar de estas tensiones, paralelamente al debate sobre el texto constitucional y en los años posteriores se hicieron una serie de reformas lega- les que hoy parecen tan elementales que las personas que no vivieron durante la dictadura no pueden comprender que, en unos tiempos tan recientes, no fueran normales. Estos cambios arrojan luz sobre las condiciones de vida específi- cas de las mujeres en el franquismo, las transformaciones que impulsaron a partir de las decisiones que adoptaron en sus trayectorias vitales, y las manifestaciones colectivas que tradujeron en actividades clandestinas o no durante la dictadura, así como en su compromiso con el movimiento feminista, antes y después de la muerte de Franco.
Con la perspectiva que da el tiempo, hoy podemos afirmar que el movimiento feminista consiguió que la Constitución de 1978 garantizase la igualdad entre hombres y mujeres no solo en relación con los derechos políticos y laborales, sino también con la percepción de una remuneración suficiente para poder satisfacer las necesidades propias y de su fami- lia. Garantizó también la igualdad de derechos entre hom- bres y mujeres en las relaciones familiares, dentro y fuera del matrimonio, y la posibilidad de optar por su disolución; la igualdad entre hombre y mujer en el ejercicio de la patria potestad y en relación con la administración y la disposi- ción de los bienes del matrimonio; la igualdad de derechos de hijos e hijas nacidos dentro y fuera del matrimonio; y el derecho de las mujeres a disfrutar de la sexualidad, con independencia de la decisión de procrear o de interrum- pir el embarazo. Unos derechos que la Segunda República había reconocido y que la dictadura suprimió para atribuir a los varones adultos una autoridad indiscutible como cabe- zas de familia y piezas clave de una estructura que culmi- naba en Franco. Contra esta legislación franquista, que se proponía consolidar la sociedad patriarcal, se rebelaron las mujeres que se consideraron feministas. Esto significa que las reformas legales de la Transición extendieron entre más gente y normalizaron unos cambios e hicieron posible que todas las mujeres y hombres pudieran disfrutar, al menos en teoría, de unos derechos y unas relaciones equitativas.
El movimiento feminista canalizó las voluntades de las mujeres que protagonizaron estos cambios a lo largo de casi cuarenta años, a pesar de la dictadura. Para comprender sus
81—Amparo Moreno Sardà Mujeres en el franquismo