Page 79 - 100 años en femenino
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Catalanes de la Dona, que tuvieron lugar en el paraninfo de la Universidad de Barcelona los días 27 al 30 de mayo de 1976. Estos actos fueron promovidos por grupos de mujeres que funcionaban desde hacía tiempo o que se crearon con moti- vo de que 1975 había sido declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional de la Mujer; marcaron la salida a la luz pública del movimiento feminista, y pusieron de mani- fiesto la confluencia de las aspiraciones y las opciones que habían adoptado numerosas mujeres en sus trayectorias vita- les, las más mayores, nacidas en las primeras décadas del siglo xx, durante la monarquía, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil, y las más jóvenes, cuya infancia y adolescencia transcurrió durante la dictadura de Franco. Aspiraciones y opciones que han hecho posibles los cambios y también las persistencias que marcan las condicio- nes de vida en las que han nacido y vivido las últimas genera- ciones del siglo xx y la primera del siglo xxi.
Uno de los eslóganes del franquismo proclamaba que este se fundamentaba en tres instituciones: «familia, municipio y sindicato». La presencia pública del movimiento feminista consiguió introducir en el debate público de la Transición la necesidad de llevar a cabo un conjunto de transforma- ciones jurídicas que permitieran reconocer a las mujeres derechos básicos que la dictadura había suprimido, con la pretensión de consolidar un sistema que otorgaba al padre de familia unas prerrogativas sobre las mujeres y los hijos e hijas similares a las que atribuía a los varones adultos que encabezaban el resto de las instancias, en un organigrama político que culminaba en el dictador. Por ello, el movimien- to feminista reivindicaba, además de los derechos políticos democráticos, que los principios de equidad se aplicaran también en la primera de las instituciones fundamentales del franquismo, la familia, y en las relaciones entre mujeres y hombres dentro y fuera de la familia.
En las Jornadas de 1975 y 1976 se reclamó que la amnis- tía que se reivindicaba en las calles incluyera a las mujeres condenadas por acciones consideradas delitos en una legis- lación discriminatoria, como el adulterio y el aborto; pero no se consiguió. Las resistencias de los responsables de los partidos políticos, entre los cuales apenas había mujeres, pusieron de manifiesto que aquellos que proponían trans- formar el régimen en el terreno de las instituciones públicas compartían intereses con los que defendían su continuidad;
80—Amparo Moreno Sardà Mujeres en el franquismo