Page 212 - 100 años en femenino
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Gaite gana el Nadal en 1957 con Entre visillos; Ana María Matute (1926) lo recibe en 1961 por Primera memoria; en el 54 había ganado el Planeta por Pequeño teatro. Matute ha ido dibujando, novela a novela, el mundo de la infancia y el de la guerra –su primera novela, Los hijos muertos, es uno de los grandes relatos sobre la guerra civil–. A partir de los años noventa la novelística de Matute da un giro hacia marcos medievales y se convierte en una escritora de enorme éxito. En 2010 será la tercera mujer que reciba el Premio Cervan- tes, y ocupa el sillón K de la Real Academia, el mismo que ocupara en su día Carmen Conde. Martín Gaite (1925-2000) es, al igual que sus primeros personajes femeninos, una «chica rara» que encuentra en la literatura la única escapa- toria para salir del ambiente en el que vive; el hecho de escri- bir es para ella una forma definitiva de estar en la calle, en el mundo, de dejar la casa provinciana con sus visillos y su cuarto de atrás. La trayectoria literaria de Martín Gaite ha alcanzado cotas importantes de éxito y de ventas con obras como Nubosidad variable, Irse de casa, Lo raro es vivir o Caperucita en Manhattan. Al igual que la recientemente desaparecida Josefina Aldecoa (1926-2011), autora muy re- conocida sobre todo en las últimas décadas de su vida, desde la publicación de Los niños de la guerra (1983), Historia de una maestra (1990) o Mujeres de negro (1994), todo un ho- menaje a las maestras de la República, ella que tanto trabajo había dedicado a la enseñanza.50 De esta misma generación, podemos citar nombres menos conocidos como Concha Alós o Maria Luisa Forrellad.
En los años cuarenta, después de la publicación de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, la poesía española empieza a recuperarse y las mujeres poetas escriben de una forma cada vez más honda y valiente, «es precisamente en la década de los cuarenta cuando se observa la aparición de mujeres que escriben poe-
45—Según Carmen Alborg, Fórmica es una buena representante de la extraña fusión entre feminismo y falangismo, Cinco figuras en torno a la novela de posguerra: Gal- varriato, Soriano, Fórmica, Boixadós y Aldecoa, Madrid, Ediciones Libertarias, 1993, págs. 117-150.
46—Raquel Arias Careaga, Escritoras españolas (1939-1975), Madrid, Ediciones del Laberinto, 2005, pág. 111.
47—A pesar de ello, Rosario Castellano, en el libro citado Mujer que sabe latín, alaba una de sus obras, La enferma, de la que dice que «es una novela magistral», op. cit., pág. 103.
48—Véase Carmen Alborg, op. cit., págs. 76-82. 49—Raquel Arias Careaga, op. cit., pág. 127.
50—Para un recorrido biográfico de estas escritoras, véase el libro de Inmaculada de la Fuente Mujeres de posguerra, Barcelona, Planeta, 2004.
213—Mar García Lozano Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música del siglo XX