Page 213 - 100 años en femenino
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sía con una exigencia de calidad, intentando romper los con- dicionamientos literarios negativos a que siempre se habían visto sometidas».51 Se editan tres libros fundamentales: Mu- jer sin edén, de Carmen Conde, en 1947, Mujer de barro, de Ángela Figuera, en 1948, y Pájaro de nuevo mundo, de Con- cha Zardoya, en 1948. Junto a esta poesía se escribe mucha de tipo religioso e intimista, en la línea de los poetas arrai- gados: Clemencia Laborda, Alfonsa de la Torre, Margarita de Pedroso, María de Madariaga, Juliana Izquierdo, Mercedes Chamorro, Juana Martín, Concha Suárez...
Carmen Conde ya se había dado a conocer antes de la guerra, pero el caso de Ángela Figuera52 es singular. Nació en 1902, pertenece por tanto a la misma generación de Conde y del grupo de poetas que empezaron a publicar «en torno al 27», pero ella no lo hizo hasta 1948, cuando publicó, precisamen- te, Mujer de barro, el libro que la dio a conocer. En los años en los que triunfa en España la poesía social, escribe su libro más importante, Belleza cruel, y su nombre debería estar, junto a los de Blas de Otero y Gabriel Celaya, en todos los ma- nuales de literatura.53 En esta misma línea hay que citar a una poeta mucho más joven, Gloria Fuertes,54 una de las más po- pulares que ha habido nunca en España. Talentosa y llena de energía, rompió muy bien los moldes, tanto por el contenido de sus poemas como por su talante vital, de lo que significaba ser poeta y mujer en aquellos años. A finales de los cincuen- ta y principios de los sesenta se dan a conocer una serie de poetas, nacidas entre 1920 y 1935, que ya no escriben como seres extraños o distintos, como sujetos ocultos o negados, sino que confirman su identidad, hablan desde ella y desde ella construyen su voz. Se trata de una generación de gran- des poetas: María Beneyto, Julia Uceda, María Elvira Laca- ci, Pino Betancor, Cristina Lacasa, Dionisia García, Concha Lagos, Josefina Roma, Angelina Gatell, Pilar Paz Pasamar, María Victoria Atencia, Pino Ojeda, Francisca Aguirre, María Teresa Cervantes, Carmen González Mas, Ana María Fagun- do... cuyo rastro seguirá otra generación más joven: Ana Ma- ría Moix, Clara Janés, Pureza Canelo, Juana Castro...55
Y están también las voces más jóvenes del exilio: Núria Pa- miès o Teresa Gracia.
Desde finales de los años setenta, tras la llegada de la demo- cracia, las voces femeninas están cada vez más presentes. A partir de los años ochenta, algo así como una moda inunda el mercado de libros de poemas firmados por mujeres.56 Las
La escritora de novela rosa María
del Socorro Téllez López, más conocida como Corín Tellado, posa en su casa de Gijón junto a algunas de sus obras Gijón, septiembre de 1970
Agencia EFE, Madrid
 214—Mar García Lozano Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música del siglo XX
 


























































































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