IV Centenario de su muerte
Acción Cultural Española en colaboración con otras instituciones recuerda a Tomás Luis de Victoria (1548-1611) en el IV Centenario de su muerte con un programa de actividades que permitará escuchar la música del compositor abulense en festival de música de dentro y fuera de nuestras fronteras y ahondar en su trayectoria vital y creativa en un curso de verano. La música de Tomás Luis de Victoria traspasa las fronteras del Renacimiento polifónico, su equilibrio y pureza, para anunciar ya la expresividad barroca.
Formado en su ciudad natal como niño de coro, en 1565 fue a Roma para perfeccionar sus conocimientos musicales y prepararse para el sacerdocio. En la capital pontificia ingresó en el Collegium Germanicum, fundado por los jesuitas, donde pudo recibir algunas lecciones de Palestrina, músico cuya influencia se dejará sentir en sus primeras composiciones. En 1575 recibió la ordenación sacerdotal, y tres años más tarde ingresó en la Congregación del Oratorio fundada por San Felipe Neri, donde tuvo como compañero al cantante y también compositor español Francisco Soto de Langa. En 1587 regresó a España, donde, bajo la protección de Felipe I, fue nombrado capellán y maestro de capilla del convento de las Descalzas Reales, al servicio de la emperatriz María, hermana del monarca. La producción de Victoria es reducida y sólo compuso música sacra: misas, motetes, himnos, salmos y magníficats. Sus profundas y sinceras convicciones religiosas otorgan un carácter especial a sus obras, de una gran pureza técnica, una intensa calidad dramática y una expresión apasionada que algunos autores no han dudado en comparar con la que transmiten los poemas de sus contemporáneos Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.