Page 397 - El rostro de las letras

380 ENTRE DOS DICTADURAS
prensa española del siglo XX, se residenció el diario falangista Arriba. La situación económica y social de la época condenó a los fotógrafos al reduccionismo de sus declinantes galerías de retrato. Pronto, las clases medias del franquismo y las nuevas élites nacidas a la sombra de los negocios urgentes, fueron recobrando los hábitos de la burguesía y la residual aristocracia de la anteguerra. La creciente demanda de retratos potenció el trabajo de los estudios clásicos y supuso la conso- lidación definitiva de algunos profesionales que, como Pascual Marín, Josep Compte, Valmitjana, Campúa hijo y Gynes, más cerca supieron situarse de las nuevas autoridades políticas. Pero el papel protagonis- ta en la creación de la iconografía franquista le correspondió a Jalón Ángel, alma de la revista Aragón y miembro destacado de la “pléyade pictorialista” española capitaneada por el inevitable Ortiz Echagüe. Ya en los años de la guerra, Jalón concibió su célebre obra Forjadores de Imperio, que él mismo editó en Zaragoza en 1939. En ella incluyó los retratos de los más ilustres representantes civiles, religiosos y mili- tares del Movimiento Nacional, entre ellos el ubicuo Federico García Sanchís y José María Pemán, que abrieron el álbum con sus textos.
Las autoridades franquistas exigieron a
los reporteros gráficos el uso del uniforme para realizar sus labores informativas. En
la imagen, de izquierda a derecha, Antonio Verdugo, Sanz Bermejo, José Zegrí, Pablo Teresa, Miguel Cortés, Zarco y Santos Yubero (agachado). Madrid, 11 de noviembre de 1941 (Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Fotográfico Santos Yubero)