Page 372 - El rostro de las letras
P. 372

TIEMPOS NUEVOS
355
 que todos acudían para pedirle una opinión, un consejo, una palma- dita hiperbólica. Aquel puesto de honor quisieron disputárselo los paniaguados de la vanguardia, Vicente Huidobro, Guillermo de Torre, y el que más, Gómez de la Serna. Quizás de aquellas miserias procedan las desavenencias entre ambos, que no fueron pocas. A Cansinos, que se complacía en su papel de fracasado, no le importó dejarle el escaño principal a Ramón, que había nacido con otras ínfulas. Pero fue él el que incendió el mundo de la literatura con una llama más verdadera que nadie, más inextinguible. Los tres volúmenes de su admirable trilogía La novela de un literato constituyen un monumental y deslumbran- te retablo del mundo literario español del primer tercio del siglo XX. Cuando murió en Madrid, en pleno franquismo, casi nadie le recor- daba. Se despidió del mundo en silencio, habitante voluntario del fracaso. Del divino fracaso.
Dos generaciones juntas durante la conme- moración de los 25 años de la muerte de Ma- llarmé. De pie, de izquierda a derecha, Mauricio Bacarisse, José Bergamín, Antonio Marichalar, José María Chacón y Enrique Díez Canedo. Sentados, Eugenio d’Ors, José Moreno Villa
y José Ortega y Gasset. Jardín Botánico de Madrid, 1923 (Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón)






























































































   370   371   372   373   374