Page 350 - El rostro de las letras
P. 350

mo galllego. Una selección de estas imágenes y de la tempestuosa repatriación de sus restos a Galicia (1984) fueron publicadas después en un número especial de la revista A Nosa Terra.
Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 1880-Montoubán, Francia,
1940) se retrató a sí mismo como persona ascética y de “diabólica soberbia”. Magnífico narrador y memorialista, su gigantesca talla
de político –el más grande de su tiempo, junto al doctor Negrín– ensombreció su labor literaria. Su destacada presencia en la vida política española de la mitad del siglo XX le convirtió en el pararrayos del odio de las fuerzas políticas reacionarias, que le combatieron sañudamente, quizás porque sabían que aquel hombre de superior inteligencia, culto, sabio y honesto era su más peligroso adversa-
rio. El franquismo no sólo se conformó con expulsarle de España, también quiso aniquinarle, persiguiéndole en el exilio con un encono obstinado, del que vino a librarle la muerte. Años después, su amigo Jorge Guillén aún se preguntaba por qué se concentró en su persona aquella saña tan atroz. De Azaña, los fotógrafos nos han dejado dece-
Página anterior: Jaime PACHECO. Quizás sea este el mejor retrato que se conoce de Alfonso R. Castelao, un hombre que, según Valle-Inclán, más que escritor parecía gue- rrero o peregrino. 1915 (Archivo Fotográfico Pacheco. Ayuntamiento de Vigo)
DÍAZ CASARIEGO. Manuel Machado y el músico alicantino Óscar Esplá, autores del himno compuesto para sustituir al histórico Himno de Riego, como Himno Nacional de la Segunda República. El acto de presentación se celebró en el Ateneo de Madrid, el 26 de abril de 1931, presidido por Manuel Azaña, en el centro de la imagen. El segundo por la izquierda es el comandante Ramón Franco,
y la primera por la derecha, la cantante lírica Laura Nieto. (Colección Juan Ángel de la Hoz)
TIEMPOS NUEVOS
333
 
























































































   348   349   350   351   352