Page 291 - El rostro de las letras

274 LA MÁSCARA DE LAS LETRAS
Enrique CERDÁ. Azorín en 1888 (Archivo de la familia Cerdá)
Azorín mantuvo buenas relaciones con ALFONSO, desde los días en que el fotógrafo trabajaba en el estudio de Manuel Compañy, en la frontera de los siglos XIX y XX. Este retra- to lo tomó el maestro en 1944 (MECD, AGA, Fondo MCSE)
como ha quedado dicho, uno de los que, con mayor atención se acer- có al trabajo de los pioneros, como Laurent. “¿No habéis visto esas fotografías de ciudades españolas que en 1870 tomó Laurent? Ya esas fotografías están casi desteñidas, amarillentas; pero esa vetustez les presta un encanto indefinible”. En los días de la posguerra fueron numerosas las imágenes del maestro tomadas por los fotógrafos del momento, desde la conocida de Alfonso en claroscuros vibrantes (1948), hasta el perfil aquilinino de la caricatura fotográfica que le hizo Alfonsito (1949), y la estampa magnífica obtenida por Nicolás Muller, que le sorprendió paseando por el viejo Madrid en un día glacial del invierno de 1947. Por no hablar de los aseados retratos
de Santos Yubero, Contreras y Basabe, y sobre todo, de la excelente serie de un jovencísimo Ramón Masats, que encontró al escritor con
Azorín Para mi Azorín siempre será un maestro del lenguaje y un excelente amigo, que tiene la debi- lidad de creer grandes hombres a todos los que hablan fuerte y en- señan con pompa los puños de la camisa en una tribuna.
PÍO BAROJA