Page 103 - El rostro de las letras

una “vetustez que les presta un encanto indefinible”. Fotografías que decoran las paredes del estudio de Antonio Azorín, que llenan de luz las altas estancias de su casa, rompiendo la desnudez de sus paredes, la dignidad de la mecedora, el velador y la consola de nogal en la que su personaje guarda decenas de fotografías que, en sí mismas, cons- tituyen todo un catálogo de modalidades del momento, “monumen- tos y paisajes españoles, fotografías de cuadros del Museo del Prado, fotografías de periodistas, escritores, actores, fotografías hechas por Laurent de las notabilidades de 1860, daguerrotipos, en sus estuches lindos de interesantes mujeres de 1850”.
De una calidad decididamente superior es el trabajo de Eusebio Juliá (Madrid, 1826-1895), que estableció su Fotografía en 1856
J. LAURENT. Este retrato colectivo del gobierno provisional constituido tras la revolución de 1868 es uno de los mejores y más populares del gran fotógrafo francés. En él aparecen, de izquierda a derecha, Laureano Figuerola, Manuel Ruiz Zorrilla, Práxedes Mateo Sagasta, Juan Prim, Francisco Serrano, Juan Bautista Topete, el escritor Adelardo López de Ayala, Antonio Romero Ortiz y José Álvarez Lorenzana. (Biblioteca Nacional de España)