Page 64 - Perú indígena y virreinal
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Hay formas características de culturas determinadas: unas elegantes botellas de alguno de los estilos de Chavín, en los que el estilizado cuello se une, por medio de una suave curva, al cuerpo globular; cuencos trí- podes exclusivos de Cajamarca; el aríbalo inca, cuya denominación deriva de su parecido con la forma griega, un cántaro característico de base cónica, cuerpo globular, cuello cilíndrico con bordes abiertos, un apéndice zoo- morfo en el arranque del cuello y dos pequeñas asas en forma de lazo.
Pero es tal vez la botella, con multitud de variedades, el modelo más característico de la cerámica peruana, destacando en primer lugar la botella globular con «gollete estribo». Básicamente el cuerpo tiene una forma más o menos esférica, con base aplanada o convexa, y con un gollete curvo de cuyo centro emer- ge otra parte del caño, en este caso vertical. Este tipo es muy antiguo y aparece por primera vez en la cul- tura machalilla, en el período Formativo Medio de Ecuador. En Perú se convertirá en una forma muy carac- terística y con múltiples variantes, pero se hace especialmente presente en la región septentrional. Aparece en el período Formativo, en Chavín y en Cupisnique, también en Ancón y Chupas, en Salinar y en la cerá- mica vicús, de donde pasará a Moche que hará de ella su forma más característica, y será en dicha cultura en donde alcanzará su máxima versatilidad, manteniéndose hasta época tardía, cuando es aún muy común en el estilo chimú.
Otro ejemplo derivado también de la cerámica ecuatoriana, en este caso de Chorrera, es la botella de caño recto y asa, que se encuentra con preferencia en estilos septentrionales como Vicús, donde aparece por primera vez, Salinar, y tardíamente en Chimú y en Sicán, donde se encuentra un tipo característico con base de pedestal y gollete escultórico.
Una variante, típicamente peruana, es la botella globular con dos picos o caños y un asa-puente, gene- ralmente de forma aplanada o de «cinta». El cuerpo de la botella puede adoptar muchas formas, desde la esfé- rica hasta la lenticular e incluso la escultórica. Los caños pueden ser pequeños, cónicos y poco relevantes o espectacularmente largos, convirtiéndose entonces en los protagonistas de la vasija. Aparece en la cerámica paracas-cavernas y algunos investigadores piensan en la posibilidad de un origen amazónico; es muy caracte- rística de Nasca y se encuentra también en Lima y en el norte, en Salinar.
Pero son las botellas escultóricas, en las que todo o parte del cuerpo de las mismas se convierten en una figura o en parte de ella, conservando el gollete y el asa característica, las que solemos asociar en nuestro imaginario con la cerámica peruana, particularmente con la espectacular cerámica moche y con la más tardía chimú. Esta idea de la cerámica escultórica proviene de nuevo del Formativo Tardío ecuatoriano, de Chorrera, y en alguna manera se encuentra prácticamente en todos los estilos peruanos. La representación escultórica pue- de ser antropomorfa, zoomorfa o incluso fitomorfa, representar a la figura completa o parte de ella, la cabeza generalmente, pero también otras partes del cuerpo, pies, manos, e incluso órganos sexuales. Asímismo, se encuentran en muchos estilos representaciones «arquitectónicas».
Además el cuerpo de la botella podía aplanarse, adoptando incluso una forma cercana al cubo y, man- teniendo siempre la funcionalidad de recipiente, convertirse en una especie de escenario donde se podían colo- car en su parte superior una o más figurillas modeladas a modo de escena. Este tipo de botellas con figurillas modeladas son muy características de la cerámica moche y chimú y se encuentra también en Vicús, Recuay y Sicán, siendo de nuevo más común en los estilos septentrionales.
De nuevo el Formativo ecuatoriano fue el origen de otra forma peculiar, la botella doble, que puede tener representaciones semejantes en ambos recipientes, o mantener uno de ellos la forma de botella y adoptar el
Fig. 3 Aríbalo inca, 1440-1539 d. C., Madrid, Museo de América (8486)
Fig. 4 Botella cupisnique, 900-200 a. C., Barcelona, Museo Barbier Müeller (532-59)
LA CERÁMICA PREHISPÁNICA: FORMAS, FUNCIÓN Y SIGNIFICADO [ 71 ]