Page 13 - Perú indígena y virreinal
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  que se inició hace más de doce o tal vez quince mil años y continuó en los períodos que han registrado los arqueólogos.
EL PERÍODO LÍTICO
Los arqueólogos han descubierto que el ser humano llegó al Perú hace más de doce mil años, en los últimos milenios de la «edad de los hielos». El que llegara antes o después es poco importante frente a la constatación del Estado de desarrollo en el que se hallaba. Venía del Viejo Mundo, antes de que se hubiera descubierto la agricultura o el pastoreo y se limitaba a la apropiación de los recursos naturales enteramente formados, sin par- ticipar en su producción. Su vida se sustentaba en la caza y la recolección, lo que permite presumir una orga- nización social basada en grupos numéricamente reducidos —del tipo conocido como «banda»— que habita- ban en aquellos lugares protegidos que la naturaleza podía brindar, tales como cuevas, abrigos rocosos, ensenadas o en campamentos habilitados artificialmente según las condiciones del clima.
Muchos de estos primitivos habitantes debieron recurrir a un sistema de vida trashumante, seminóma- da, cambiando de campamentos en las estaciones mayores de invierno o verano, aunque las condiciones del clima no son tan rigurosamente diferenciadas como para exigir el nomadismo como condición de vida.
Se están encontrando muchos restos de estos primitivos habitantes, de forma que es posible recons- truir cada vez mejor su vida y costumbres. Los cambios en la subsistencia, debidos a alteraciones en el clima o a descubrimientos de nuevos recursos tecnológicos, se aprecian físicamente en cambios en el tipo de ins- trumentos que poseían, pasando por diferentes fases que nos hablan también de cambios de población, migraciones y otros eventos propios de la época, hasta etapas de especialización que se expresan en elabora- dos instrumentos de piedra y hueso, como puntas de proyectil, raspadores, cuchillos y otros productos de mayor especificidad. A base de ellos se ha establecido una secuencia que abarca desde los casi hipotéticos doce mil años hasta el séptimo o sexto milenio antes de nuestra era, época en que la experiencia acumulada en los Andes peruanos permitió descubrir progresivamente nuevos mecanismos de apropiación de los recur- sos mediante la domesticación de plantas y animales y la tecnología de la pesca y la recolecta de mariscos.
LA ÉPOCA ARCAICA
Todavía no están bien definidos todos los pasos que permitieron el tránsito de una economía de caza y reco- lección a otra basada en la producción de alimentos animales y vegetales. Pero hacia los años 6000 y 5000 a. C., casi todos los habitantes de los Andes tenían ya alguna forma de agricultura y muchos disponían de ganado doméstico a su servicio. No eran, por cierto, los mismos cultivos o animales domésticos. De la meseta de Junín hasta la del Titicaca era el dominio de un pastoreo de camélidos que luego se extendería por todo el territorio, mientras que al norte eran los patos y los cuy (roedores comestibles) que se criaban cerca de las viviendas. Este proceso fue el resultado del dominio obtenido sobre las condiciones ambientales.
Los efectos inmediatos de la domesticación de plantas y animales fueron sobrios: en primer lugar, una tendencia definida al establecimiento de núcleos permanentes de población en todos los hábitats, con una ape- nas perceptible reorganización del modo de vida; un incremento creciente de la población concentrada y una opción mayor en el manejo de los recursos de vida. Los mayores logros tuvieron su expresión física en la pre- sencia de caseríos y aldeas cuya medida de ascenso está en su proliferación y magnitud; pequeñas y aisladas primero, se hicieron más grandes y numerosas después.
  [ 20 ] LUIS GUILLERMO LUMBRERAS
Fig. 2 Palacio de Inka Roca, Cusco, siglo XV

























































































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