Page 22 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook

3 El manuscrito se conserva en la Bi- blioteca Tomás Navarro Tomás del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
4 El original se conserva en la Casona de Tudanca (Gobierno de Cantabria).
5 Grabación conservada en el Imperial
War Museum de Londres.
6 En este sentido, subrayamos la gene-
rosa colaboración de Julia Corral y José Félix Huerta que nos ha permi- tido localizarlo.
7 Expresamos especialmente nuestro agradecimiento a María José Nava- rro Azaña, Enrique Moral Sandoval, Vicente Alberto Serrano y Julio y José María San Luciano.
8 Azaña, Manuel, Obras completas, edición y prólogo de Santos Juliá, Madrid, Centro de Estudios Políti- cos y Constitucionales, 2007, vol. 2, pp. 369, 377 y 378.
frente en septiembre y diciembre de 1917, destacándose como aliadófilo convencido y firme defensor de lo que los aliados representaban para él: la victoria de la civilización europea y universal, y en 1919 publicará sus Estudios de política francesa contemporánea: la política militar (primero de una serie de tres: había previsto otros dos sobre las relaciones Iglesia-Estado y la organización de la representación política, que no concluiría), que le servirá como modelo teórico para su futura reforma del Ejército.
Todos estos aspectos, entre otros muchos de su vida, han quedado reflejados en la Exposición, que ha rescatado las páginas preparatorias de su trabajo sobre Valera3 y el manuscrito de su traducción (que compartió con su gran amigo y luego cuñado Cipriano de Rivas Cherif ) de las Memorias y corres- pondencia de Emilia de Épinay 4 y las imágenes de la visita al frente francés en 19175, además de incorporar al Catálogo un artículo inédito publica- do en Heraldo de Alcalá, que no se incluyó en la última edición de sus Obras completas 6, y las primeras ediciones de gran parte de sus obras y de sus traducciones, conservadas con esmero en la Biblioteca Nacional de España, así como en colecciones particulares de Madrid y Alcalá7.
En su dimensión política, Azaña es uno de los principales promotores de la llegada de la República en abril de 1931. Desde 1913 había militado en el Partido Reformista de Melquíades Álvarez, que abandona en 1923, con el inicio de la dictadura de Primo de Rivera. Después de presentarse dos veces como candidato por Puente del Arzobispo (Toledo) en las elecciones de 1918 y en las de 1923, apuesta ya claramente por la República que para él: “será democrática, o no será”. Su rechazo a la dictadura queda reflejado en un texto que se publicará en Europe y en Nosotros: “Un año de dictadura”. Se trata de un texto sin firma, pero nadie pone en duda la autoría de Azaña. En él repasa todos los males que aquejan a España, agudizados por la dic- tadura militar. Poco después, en 1924, escribe Apelación a la República, que encierra ya un auténtico programa de gobierno, en el que invita a los socia- listas a colaborar para instaurar una República democrática:
En esencia hay dos métodos para gobernar a un pueblo: el absolutismo irresponsable, verdadero “Antiguo Régimen”, o sea el que precedió en la Europa continental a la Revolución francesa, y el liberalismo organizado en democracia, la instauración del cual se ha pugnado en España, más de un siglo, sin lograr su triunfo completo [...].
El liberalismo reclama para existir la democracia [...]. Democracia quiere decir que los hombres libres defienden, ejercen, garantizan por sí mismos su propia libertad. Y si no lo hacen no son libres, aunque sean liberales [...]. Si a quien se le da el voto no se le da la escuela, padece una estafa. La de- mocracia es fundamentalmente un avivador de la cultura8.
Su vocación republicana se hará explícita en 1925, cuando nace Acción Republicana, que agrupa al republicanismo ilustrado y burgués. Azaña
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