Page 20 - Azaña: Intelectual y estadista | eBook
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Anónimo
Acto político en la plaza de toros
de Bilbao. Intervienen:
Manuel Azaña, Indalecio Prieto
y Marcelino Domingo
Fotografía, Bilbao, 9 de abril de 1933 Fundación Pablo Iglesias, Madrid. 001613
Ángeles Egido León Jesús Cañete Ochoa
Los hombres de mi generación [...] no queremos ni po- demos perder la esperanza en el porvenir [...]. De ahí nuestro propósito [...] de persuadir a nuestros conciu- dadanos de que hay una patria que redimir y rehacer por la cultura, por la justicia y por la libertad.
Por la cultura, he dicho y si lo meditáis bien com- prenderéis que lo he dicho todo. [...]
Esta tarea, que es la más larga, es la decisiva: “Dadme la Universidad –decía Renan– y lo demás os lo abando- no todo”.
Manuel Azaña, El problema español. Conferencia pronunciada en la inauguración de la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares, 4 de febrero de 1911
ESTAS PALABRAS DE AZAÑA, QUE PRONUNCIÓ APENAS
cumplida la treintena, resumen la esencia de su pensamiento. La educación es la clave de todo: de la República, de la ciudadanía, del futuro de España, y, como la mayoría de las suyas, resultan extraordinariamente actuales, por- que el pensamiento político de Azaña, en sus grandes líneas, sigue estando vigente. No es extraño, por tanto, que su figura vuelva a salir a la luz perió- dicamente. En esta ocasión lo hace porque se cumplen ochenta años de su fallecimiento en el exilio y, por primera vez en la historia reciente de España, la iniciativa de conmemorar este aniversario se ha revestido de carácter ofi- cial, como parte del reconocimiento a quien desempeñara en su momento la jefatura del Estado. Azaña fue presidente de la Segunda República espa- ñola, además de ministro de la Guerra y jefe del Gobierno. Fue también un intelectual de prestigio en plena Edad de Plata de la cultura española y una de esas figuras que destacan por su compromiso ético y por la calidad de su pensamiento político, que le confiere, sin duda, cualidades de estadista.
Manuel Azaña nació en Alcalá de Henares el 10 de enero de 1880 en el seno de una familia de estirpe liberal. Su bisabuelo, Esteban Azaña Hernán- dez, secretario del primer ayuntamiento constitucional de Alcalá, restable- ció la Constitución de Cádiz durante el Trienio Liberal. Su abuelo, Grego- rio, militar esparterista, tendría gran influencia en él. Por último, a su
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