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la escena
Desde sus inicios, el cine no sólo mostró otros espectáculos, sino que además em- pleó sus técnicas e instrumentos. Los teatra- les para la creación de espacios de ficción, los primeros telones pintados usados en las películas pertenecían a empresas teatrales; para elegirlos y colocarlos no hacía falta al- guien con una profesión relacionada con la escenografía, bastaba alquilarlos y que los montase un carpintero3, incluso empleado de la empresa a la que se había alquilado; no debe olvidarse que en aquellos años había numerosas sociedades que se dedicaban a diseñar y construir telones para teatros es- tables y compañías ambulantes, que en Es- paña funcionaron hasta los años cincuenta.
La infraestructura material no fue la única influencia teatral en el cine, relacionada con la creación de sus espacios, los profesiona- les que los crearon también venían del tea- tro, uno de los primeros fue Vicens Raspall, decorador de Los guapos de la vaquería del parque (Fructuós Gelabert4, 1905), que no figura en ningún otro reparto, en esta pelí- cula trabajó como actor Joan Morales Mas5, un pintor contratado en el taller del conoci- do escenógrafo teatral Salvador Alarma, que fue uno de los primeros decoradores cine- matográficos españoles acreditado, desem- peñando su trabajo de un modo estable; du- rante dos años trabajó con Gelabert y un año con Adriá Gual, cuando abandonó el cine se dedicó por completo a crear numerosas es- cenografías teatrales, fundando además una empresa con Alfredo Asensi para construir decorados. Lo curioso es que, aunque se le conozca sobre todo por su trabajo teatral, su primera escenografía la realizó para el cine.
el cine no sólo mostRó otRos es- pectáculos, sino que además em- pleó sus técnicas e instRumentos.
Gual6 era un reconocido dramaturgo, poeta, pintor y escenógrafo teatral, que además fundó en 1913 en Barcelona, la producto- ra cinematográfica Barcinógrafo, tomando como referencia la empresa francesa Le Film d’Art, que influyó en la aparición de un tipo de películas, pertenecientes casi siempre al género histórico, que tenían una gran in- fluencia teatral, con escenas rodadas entre telones pintados.
Antes se ha mencionado a Alarma y en la su- perproducción coproducida entre Francia y España, La vida de Cristobal Colón y el descubri- miento de américa (Gerard Bourgeois, Charles Jean Drossner, 1917), fue uno de los dise- ñadores de los decorados junto a Ramón Borrell y Gual; era uno de los escenógrafos más famoso de su tiempo, había trabajado en el Liceo y construido un espectáculo pre- cinematográficos, un diorama animado, sólo creó los decorados de otra película, L’auca del senyor esteve (Lucas Argilés, 1928), donde se reconoce su experiencia, sobre todo, en la correcta ambientación de la tienda don- de se desarrolla su argumento e incluso en una falsa perspectiva muy bien resuelta que reproduce el interior de las alacenas y ana- queles.
Otros escenógrafos teatrales catalanes que trabajaron esporádicamente en los inicios del cine, fueron Antoni Ros i Gúell que in- tervino en cuatro películas en dos años, así como Frederic Brunet y Josep Pous, autores de los decorados de Don Juan tenorio (Ricar- do de Baños, 1922).
La influencia del cine en el teatro fue im- portante, incluso reconocida por dos esce- nógrafos teatrales, Mestres y Vallvé7, que escribieron:
“No es, pues, de extrañar que ante esa evolución de su hermano menor, el Teatro no haya permanecido indiferen- te y, siguiendo más o menos las huellas del cine, se haya lanzado a construir decorados corpóreos, donde la repro- ducción del ambiente ha sido lograda con perfección realmente admirable”8.
no es cierto que los decorados corpóreos teatrales surgieran a causa de los cinemato-
gráficos y además “es muy dudosa la influen- cia del realismo cinematográfico en el teatro [...] parece más lógico que, como le pasó a la pintura con la aparición de la fotografía, en el teatro se buscasen nuevas formas de expresión cuando surgió una manifestación artística nueva que se aproximaba más a lo real”9.
En 1933 se rodó en los estudios Orphea de Barcelona el Café de la Marina, dirigida por Domènec Pruna con decorados creados por su hermano Pere, el director contaba como su hermano “se encarga de todo. Decrado, indumentaria, luces... Ha construido un Café de la Marina claro y luminoso, puramente mediterráneo. Y lo ha dotado de posibilida- des de amplias perspectivas y de movimien- tos de cámara. Los trajes oscuros, resaltan sobre los fondos, generalmente blancos”10. Pere era un conocido pintor que además ha- bía diseñado escenografías para los ballets de Diaghilev, un dato importante, porque supone una aportación al cine desde otro campo escénico diferente al teatral y ade- más ligado a la vanguardia.
la modernidad
Los espacios del cine español, como los de otros países, no solían tener estilos avan- zados, pero hubo profesionales capaces de diseñar algunos notables, uno de ellos fue el arquitecto nemesio M. Sobrevila11, cuyos dibujos arquitectónicos muestran influen- cia del art-deco y que dirigió el largometraje Al Hollywood madrileño (1928), rebautizada como Lo más español; de la que Sobrevila de- cía: “yo soy el director y el autor de la obra; el capitalista, el arquitecto, el escultor, el di- señador del decorado y de los muebles... Es mucho abarcar, ¿verdad? pero quiero asu- mir la responsabilidad de los resultados”12, es significativo que se autodenomine “arqui- tecto” en vez de “escenógrafo” y que diferen- cie esa profesión con la de “diseñador del decorado”. La película, perdida en la actuali- dad, estaba compuesta por varios episodios en los que se parodiaban diversos géneros: la españolada, el de aventuras, el de terror, el histórico y el de ciencia ficción, que por los documentos que han pervivido, es el más interesante formalmente, con unos dibujos
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