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 CATALInA BÁRCEnA Y RICARDO DE LA VEGA En “LA ADuLTERA PEnITEnTE”, DE AGuSTín DE MORETO. FOT. KAuLAK (MADRID). TEATRO ESLAVA DE MADRID. 1917 MuSEO nACIOnAL DEL TEATRO, ALMAGRO.
candilejas. Gregorio participó activamente en la compra de los diseños, de hecho la compañía pagaba las facturas de la dama, y el propio Gregorio era quién solicitaba las modificaciones y mejoras a los vestidos. Catalina Bárcena se convirtió en la gran diva del teatro fuera y dentro de España, atavia- da de pies a cabeza con exquisitos vestidos y complementos de los mejores diseñadores de alta costura como Poiret, Dior, Lanvin o Balenciaga.
Otro de los pasos innovadores de la Compa- ñía Martínez Sierra es el que viene marcado por el minucioso cuidado en la confección de programas, carteles y ediciones de obras. Fontanals y Barradas son los encargados de realizar la mayoría de los diseños de carte- les e ilustraciones para la editorial La Estre-
Catalina y GreGorio iniCian una Gira Con su Compañía, de tres años de duraCión, que les llevó a las prinCipales Ciudades de europa, la- tinoamériCa y eeuu.
lla, fundada por Gregorio en 1917, en cuya portada “hay un ramo de flores, símbolo de la editorial”, motivo muy empleado en el art-decò, al igual que la tendencia a lo decorativo con arabescos, círculos, fuentes y flores geome- trizadas, con recuerdos hoffmannianos del taller vienés. Se cuidan igualmente los membretes de los sobres y el papel impre- so utilizado por la compañía, con dibujos de figuras silueteadas en negro y fondo dora- do realizados por Fontanals o los dibujos de Barradas que “se expresan en un lenguaje de formas infantiles, seguro de líneas y expresivo en los colores”9
Concluida la etapa del Eslava, Catalina y Gregorio inician una gira con su compañía, de tres años de duración, que les llevó a las principales ciudades de Europa, Latinoamé- rica y EEuu. La gira fue todo un éxito, incluso se le rindió el difícil público de nueva York, los diarios de la Gran Manzana reconocían “que parecía imposible que una artista española viniese a norteamérica y triunfara sin unas casta- ñuelas en las manos y unos claveles en el pelo”.
A finales de enero de 1931 viajaron a Nueva York y fueron recibidos por los directivos de la Metro-Goldwyn-Mayer. Gregorio había sido propuesto por Edgar neville para poner un poco de orden en la producción de las versiones españolas de películas america- nas. Después se instalaron en Hollywood, allí Gregorio encontró el primer motivo de desaliento: “He visto las 12 películas españolas que han hecho. son horrorosamente malas y no tienen salvación. Malo el diálogo, los actores, la dirección...” se lamentaba en una carta escrita a Ma Lejárraga10.
En Hollywood empezaron a trabajar para la Fox Film Corporation, ya que ofrecie- ron a Gregorio la posibilidad de sustituir la producción de películas anglosajonas en versión española por las de temática y guion puramente español. También tuvo libertad de designar el director de las películas, el asesoramiento artístico y escénico de los rodajes e impuso a Catalina Bárcena como primera actriz, la cual gozaba por su parte de la facultad de aprobar o rechazar el vestua- rio y las decoraciones, y de intervenir en la selección de los actores.
El debut de Catalina delante de las cáma- ras fue en 1931 en el rodaje de Mamá, bajo las órdenes del director Benito Perojo, y protagonizada por Catalina Bárcena, Rafael Rivelles, José nieto y Rafael Calvo. Después vinieron otros rodajes más como primave- ra en otoño (1932), comedia homónima de Martínez Sierra y adaptada al cine por José López Rubio, dirigida por Eugène J. Forde; las comedias dirigidas por Louis King en 1933, una viuda romántica, La ciudad de cartón y Julie- ta compra un hijo; Yo, tú y ella (1933) dirigida por John Reinardt e interpretada por Catali- na Bárcena, Gilbert Roland y Rosita Moreno; y las dos últimas películas filmadas por la Fox en 1934, Señora casada necesita marido, dirigida por James Tinling y Julieta compra un hijo, dirigida por Louis King y en la que participaron C. Bárcena, Julio Peña, Soledad Jiménez y Lucena Alcañiz.
En el cénit de su arte, Federico García Lorca le escribió el que podría ser el mejor poema dedicado a una de las grandes actrices de la historia de nuestro teatro:
Tu voz es sombra de sueño. Tus palabras
son en el aire dormido pétalos de rosas blancas.
Por tus cabellos dorados, por tu mirada profunda, por tu voz nublada y triste ¡rindo mi capa andaluza!
Tienen tus ojos la niebla de las mañanas antiguas; dulces ojos soñolientos, preñados de lejanías.
Al escucharte se siente dentro del alma un lejano rumor de cálida fuente.11
Entre las muchas obras que conserva el Museo nacional del Teatro relacionadas con la Compañía Cómico-Dramática de Gregorio Martínez Sierra y su Teatro de Arte (figurines, bocetos de escenografías, carteles, progra- mas, libros, documentos y fotografías), exis- te una joya bibliográfica que requiere toda nuestra atención y un breve análisis. Se trata del catálogo colectivo del Teatro de Arte de
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