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la historia de un mono humanizado que tie- ne una varita mágica al que entran a robar en casa durante la noche. Aquí la animación no es un truco, sino la técnica específica de toda la película. De hecho, la varita mágica del mono le permite hacer todo tipo de actos mágicos (mover los objetos solos, etc.), pero no son estos los únicos animados sino todo el universo de la ficción.
Este somero repaso a la carrera de Chomón nos permite ver la importancia de su obra. Tanto en el marco de su contexto histórico concreto, el cine de los primeros tiempos para sus películas en Barcelona y París y el cine mudo para su período italiano, como en el de una mirada retrospectiva, que lo descubre, por ejemplo, como un esencial animador. La obra de Chomón no se aca- ba ahí (realizó, por ejemplo, filmaciones de Barcelona, Girona o Montserrat) pero esta filmografía centrada en el truco maravillaba entonces y maravilla hoy.
NOTAS
1. Entre su numerosa bibliografía se puede con- sultar: Gaudreault, André. Cinéma et attraction. pour une nouvelle histoire du cinématographe. París: CnRS éditions, 2008.
2. Acerca de este concepto y su persistencia ver, por ejemplo, Strauven, Wanda (ed). the Cinema of attractions reloaded. Amsterdam: AuP, 2006.
3. Minguet Batllori, Joan M. segundo de Chomón.
el cine de la fascinación. Barcelona: Filmoteca de Catalunya, 2010. La bibliografía sobre Chomón incluye también, entre otros, los estudios de Juan Gabriel Tharrats (Los 500 films de Segundo de Chomón. Zaragoza: universidad de Zaragoza, 1988) y Agustín Sánchez Vidal (el cine de segun- do de Chomón, Zaragoza: Caja de Ahorros de
la Inmaculada de Aragón, 1992), así como el estudio de su etapa italiana por Simona nosen- zo (Manuale técnico per visionari. segundo de Chomón in Italia, 1912-1925. Torino: Biblioteca Fert, 2007)
4. Iluminar es un vocablo especialmente adecua- do si, torciendo un poco su sentido, pensamos en el efecto brillante del color proyectado por la luz en la pantalla, distinto de los tonos de una postal coloreada, por ejemplo. Se entiende así todavía más esa fascinación y atracción que ejercerían las copias iluminadas.
5. no en vano es un fotograma de esta película
el que se encuentra en la cubierta del catálogo Fantasia of Color in early Cinema, una reciente exposición del EYE Filmmuseum dedicada a la estética del color en esa época y a las copias iluminadas (Fossati, Giovanna et al. Fantasia of Color in early Cinema. Amsterdam: EYE Filmmu- seum, AuP, 2015).
6. La taxonomía de géneros cinematográficos es, en esa época, muy distinta a la actual y menos fija. Un recurso para comprender qué idea de géneros tenían son los catálogos de alquiler de películas. La productora Pathé, por ejem- plo, utilizaba los siguientes apartados: plein air, actualidades, histórica, militar, deporte y acrobáticas, cómica, trucos, féeries y cuentos, dramática, baile, arte e industria, religiosa y bíblica y picante.
7. Le roi des dollars también destaca por su preciso plano de detalle de la mano del prestidigitador, que se convierte en opresivo cuando entra
una cabeza que vomitará gran cantidad de monedas al ritmo de los golpes que le dan en la frente.
8. De los otros grandes cineastas de trucos que hemos mencionado aquí, Méliès no utilizará nunca la animación (si quiere dar vida a un objeto inanimado recurrirá a los mecanismos teatrales de los hilos o los muñecos) mientras que Cohl es, con Chomón, otro de los pioneros de esta técnica (si se cita una única película suya es Fantasmagorie, 1908, realizada princi- palmente con dibujo animado).
9. En este texto nos acercamos a la obra de Cho- món enfatizando sus trucajes, pero sólo con los títulos y descripciones de algunas películas también entrevemos el campo temático en el que se mueven. El cine de trucos se asocia a la novedad tecnológica (la electricidad y otras),
lo fantástico (y especialmente una iconografía diabólica) y, en muchos casos, también a todo tipo de ladrones. Precisamente una de sus películas más maravillosas, y que recoge todo tipo de trucos, es pickpocket ne craint pas les entraves (1909) acerca de un ladrón inatrapable capaz de metamorfosearse, volar en bicicleta o incluso atravesar barrotes y capaz también de partir literalmente en dos a un policía (nada que no arregle un poco de cola, en la película) o aplastarlos convirtiéndolos en una lámina de papel (convenientemente reinflada luego para proseguir la persecución).
PORTADA
Fotograma de Les tulipes (1907)
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