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siglo XIX, y de forma determinada la figu- ra del valenciano Juan Valverde y Cubells, alcalde de Cádiz ( 1861/65 y 1869/71) y la I Exposición Marítima nacional celebrada en esta ciudad (1887) a la que nos hemos re- ferido, que fue promovida por el presidente de la Diputación de Cádiz Cayetano del Toro, quien a la sazón será Alcalde de Cádiz en los años de mayor apogeo de las instalaciones del artista y su primer mentor. no debe ser casualidad.
RetRatista, pintoR, desta- có pRincipalmente poR su cReatividad y buen gus- to a la hoRa de diseñaR, pRoyectaR y ejecutaR los exoRnos con los que se ce- lebRaban los festejos en la ciudad.
Juan Valverde tiene entre su méritos impul- sar la llegada del ferrocarril, la mejora de los muelles, la ampliación de la plaza frente a la catedral, el alumbrado de gas para toda la ciudad, el adoquinado de calles, la construc- ción del Gran Teatro y también apoyó con di- nero público las fiestas de Carnaval, y amplió la fiestas del Corpus hasta convertirlas en la famosa Velada de los Ángeles, en el Paseo de las Delicias. Fue elegido presidente de la Academia Provincial de Bellas Artes y Dipu- tado a Cortes por Cádiz. Su preocupación no sólo la volcó en las obras y proyectos mencionados, sino que también le llevó a interesarse profundamente por las fiestas.
Las veladas surgidas del Corpus empiezan a organizarse a partir de 1861 y darían origen desde 1871 a la Velada de nuestra Señora de los Ángeles, que fue trasladada al mes de agosto para dar mayor atractivo a la ciudad durante la época veraniega y ubicada en el Paseo de las Delicias (actual Parque Geno- vés). En ella había espectáculos, casetas, ca- fés, buñolerías, actuaciones, Tiro de salón, Cosmoramas... Da idea de la magnitud e importancia que se le da a estos festejos la
descripción de la Velada de 1871 donde se instaló un local para representaciones tea- trales construido con graderíos, butacas y escenario del entonces Circo Gaditano. Cada año se renovaba la decoración. En 1891 de- jan de celebrarse las Veladas debido a la re- modelación del Paseo de las Delicias y hasta 1901 el Ayuntamiento no recuperó la fiesta.6
Tanto el Corpus como la Velada son dos de las principales citas “festivas” en las que trabajó Accame. De hecho el primer boceto que se conserva de nuestro artista es la de la iluminación de la Velada de 1902 para el frente de la calle Asdrúbal (actual González Tablas).
Aunque el elemento fundamental del Cor- pus era y es la solemne procesión, a su so- caire el Ayuntamiento impulsó el aspecto lú- dico engalanando la ciudad, principalmente la actual Plaza de San Juan de Dios (que an- teriormente se denominó Plaza de Isabel II y Plaza de la República) donde se montaban tribunas, toldos, guirnaldas, alfombra floral, gallardetes...y donde destacaba la portada diseñada para la ocasión.7
Accame intervino en la decoración de la fiesta del Corpus de 1907 junto con su amigo y pin- tor Federico Godoy (primera referencia docu- mental que encontramos) trabajando ambos de manera constante en el embellecimiento de la ciudad durante muchos años, hasta que Godoy es trasladado en el año 1929 a la Es- cuela de Bellas Artes de Valencia. Como deci- mos la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento le encarga este año la realización de la Vela- da al Sr. Accame, se dispone de un pequeño presupuesto de 20.000 ptas. por ello y ante la tardanza en la programación de las fiestas que se comienza en el mes de julio, se decide que el alumbrado sea por gas, sin perjuicio de poner arcos voltaicos. El templete levantado por el artista, con 14 metros de altura, tenía una cúpula de estilo bizantino y un remate en forma de cruz encerrado en un círculo, en to- tal se utilizaron 1.242 luces, mas cuatro arcos voltaicos de las lámparas de estilo chinesco colgantes con “... proporciones justas y ade- cuadas al paisaje, la sencillez y movimiento de las líneas, la irreprochable combinación de luz y color...”8
AYunTAMIEnTO DE CÁDIZ. ARCHIVO HISTóRICO MunICIPAL. FOnDOS ACCAME
El Diario de Cádiz, hace una descripción por- menorizada de los exornos de ese año de la que tomamos unas pinceladas:
¨La “Carrera” estaba dispuesta con mucho gusto . Las calles de Cobos y Cristóbal Colón, tienen colocados arcos voltaicos envueltos en grandes coronas ducales de mimbre dorado y flores, con lluvia de estas mismas flores en hilos de mar de dos metros de largo.
Además, ostentan multitud de pabellones de lanilla de colores variados, pendientes de co- ronas de yedra y guirnaldas salpicadas de ro- sas.
La calle Duque de la Victoria está exornada con exquisita elegancia y en estilo modernista...
La plaza de Isabel II, aunque su decorado es muy sencillo, resulta asimismo elegantísimo... En la calle de Alonso el Sabio, aparecen los mismos focos voltaicos, coronas y lluvias de flores que en las restantes de la “Carrera”, y además se han colocados tres magníficas ale- gorías de la festividad que se celebra.¨9
El trabajo de ambos artistas fue repitiéndose año tras año, con nuevos adornos, nuevas ideas y también reutilizando los motivos de- corativos de temporadas anteriores. Se solía embellecer con nuevos diseños la calle Duque
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