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 Hijo ilegítimo del parlamentario, filóso- fo y empresario periodístico José del Perojo y Figueras, Benito Perojo na-
ció en Madrid el 14 de julio de 1894, un año antes de que los hermanos Lumière dieran a conocer en Francia su invento cinemato- gráfico. Su hermano primogénito José nació en 1892 y llegaría a ser un pionero en la aviación española. Su padre les envió a es- tudiar a Hastings (Inglaterra), en donde les sorprendió la noticia de su muerte en 1908, que les hizo regresar a Madrid. José, por su formación técnica, también colaboró como operador en los orígenes de la carrera cine- matográfica de Benito, que se inició al dirigir e interpretar el cortometraje cómico Fulano de tal se enamora de Manon (1913), que es- cenificó una disputa galante en un parque entre un pintor (interpretado por Gustavo de Maeztu) y Benito Perojo, al cruzarse con la joven Consuelo Manón, cupletista en la vida real. Ambos siguieron colaborando en las mismas funciones en el corto Hombre o mujer/ amigo y esposa (1914), en la que el pro- tagonista se disfrazaba de mujer para apro- ximarse a su amada En 1915 Benito fundó, con unos socios, la productora Patria Films, para la que dirigió e interpretó en ese año cinco cortometrajes cómicos, cuyo protago- nista, apodado Peladilla, copiaba sin disimu- lo el porte físico y el estilo de Charlot (Char- les Chaplin). Tras dirigir e interpretar para esa empresa Muñecos (1916), que no llegó a estrenarse, en un gesto de insólita audacia para la época decidió viajar a Francia para perfeccionar su oficio.
De este modo, Perojo desempeño todo tipo de menesteres, en París, Marsella y niza (que, por su buen clima, era entonces un
importante foco de producción), desde ba- rrer el suelo de los estudios hasta tareas de figurante y de ayudante de dirección. Esta perseverante actividad culminó al intervenir como coproductor, guionista y ayudante de dirección de un film ambicioso, dirigido por E.B. Donatien y adaptando una novela del Caballero Audaz y con exteriores rodados en España, titulado La sin ventura (1923). Con esta experiencia se sintió capaz de propo- ner al dramaturgo Jacinto Benavente, que acababa de ganar el Premio nobel y había tanteado sin fortuna algunos proyectos cine- matográficos, formar en 1924 la productora Films Benavente, que debutó con un film de ambiente rural escrito por el dramaturgo, al modo de su La malquerida, titulado para toda la vida, rodado en el pueblo de Agreda (So- ria), y que tuvo una acogida discreta, pues pronto se demostraría que Perojo congenia- ba más con los ambientes urbanos, sofisti- cados o cosmopolitas. Este fue el perfil que ofreció su siguiente producción para la em- presa, Más allá de la muerte (1924), rodada en París, en ambientes elegantes y en cuya tra- ma comparecían el hipnotismo y misterios vinculados a las experiencias supuestamen- te espiritistas en escenarios sofisticados fre- cuentados por la alta burguesía.
En 1915 BEnito fundó, con unos socios, la productora patria filMs, para la quE diri- gió E intErprEtó En EsE año cinco cortoMEtrajEs có- Micos, cuyo protagonista, apodado pEladilla, copiaBa sin disiMulo El portE físico y El Estilo dE charlot
Sintiéndose más seguro, rodó Perojo en Francia para la nueva productora española Goya Films una adaptación de la novela del padre Coloma Boy, de 1910, cuyos elegantes guardiamarinas protagonistas fueron inter- pretados por Juan de Orduña –promotor activo del proyecto-, y Manuel San Germán,
bautizado Rodolfo Valentino español-, transfor- mados gracias a este film en figuras punte- ras del star-system peninsular-, evolucionan- do en ambientes elegantes, fotografiados en algunas escenas en color. Boy, se exportó a Estados unidos, Argentina, Alemania y Bélgi- ca, entre otros países.
BOY
La querencia de Perojo por rodar sus films en los bien equipados estudios parisinos inició una tendencia en la crítica peninsular que aseguraba que sus films “no parecen españoles”, juicio que se utilizaba a veces como elogio pero en más ocasiones como crítica a su esnobismo, como a su supuesta falta de patriotismo profesional. Este juicio se fue acrecentando y llegaría a niveles muy agresivos.
Como reacción a estos comentarios Perojo decidió rodar en Andalucía su siguiente film, una adaptación para Goya Film de la pieza Malvaloca, de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez quintero, estrenada en 1912 y que desarrolló el tema de la prostituta de buen corazón, que acaba siendo admitida por la sociedad respetable. Pero tomó Perojo la precaución de servirse del operador francés Georges Asselin y sus comentarios defen- sivos a la prensa, lamentando la falta de es- tudios de rodaje bien equipados en España, reavivaron la polémica.
Su siguiente adaptación, rodada en París, de la novela de Alberto Insúa el negro que tenía el alma blanca, publicada en 1922, se convirtió en el mayor éxito de su etapa muda, roda- da en 1926-27, en el alba del nacimiento del cine sonoro. Este film supuso además el de- but ante las cámaras de la ya por entonces popular cantante Conchita Piquer, objeto
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