Page 23 - Hispania nostra
P. 23

PREMIOS EUROPA NOSTRA
   aplicación de las nuevas políticas de Patrimo- nio; organizar, a través de las asociaciones —ya fueran locales, regionales o nacionales— su participación en la función de conservatorio, observatorio y laboratorio, que esas políticas atribuyeron a las instituciones públicas, pero también a la sociedad civil, en el proceso iniciado por el Año Europeo del Patrimonio Arquitec- tónico. Por eso fue tan importante la creación
de Europa Nostra y su labor integradora de las asociaciones nacionales en la dinámica euro-
pea que entonces se iniciaba y en paralelo a los cambios institucionales, legislativos, administrati- vos, que ese proceso implicaba.
La conservación integrada del Patrimonio
La doctrina de la conservación integrada del Patrimonio Arquitectónico, que luego encon- traría expresión jurídica y fuerza normativa en los citados Convenios de Granada, de La Vale- tta y de Florencia, ahora vigentes en la mayor parte de los países europeos, exigían la supe- ración de las meras políticas de conservación y restauración individual de monumentos civiles, religiosos o militares. A partir del Año 1975, los Estados participantes —por Recomendación del Comité de Ministros del Consejo de Europa— se comprometieron a llevar a cabo las nuevas polí- tica propuestas, sobre la base de los siguientes principios: tener en cuenta al Patrimonio como un factor más en los procesos de planificación
y de reforma urbana, respetar el entorno de los monumentos, introducir las nociones de sitio y de conjunto —tan importantes en los núcleos
y ciudades históricas— tener en cuenta tanto su función social como su capacidad para generar desarrollo sostenible, y garantizar la participa- ción ciudadana.
Todo un programa que precisaba, para su aplica- ción, cambios fundamentales a nivel institucional, por parte de los poderes públicos, y una sensi- bilización adecuada de los ciudadanos, que fue
el gran reto para las asociaciones. Resulta muy útil contemplar el impacto y la evolución que
ello implicaba en el mecanismo de coopera-
ción intergubernamental del Consejo de Europa. La creación, por ejemplo, de un Comité perma- nente de expertos gubernamentales, el Comité de Ordenación del Territorio, de Monumentos y Sitios que, como signo premonitorio y para no limitar
a un tratamiento meramente cultural las nuevas políticas, se integraba en la Dirección de Medio Ambiente y de Poderes Locales del Consejo de Europa. Y la creación de una Subcomisión de Patrimonio en la propia Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, sin olvidar las numerosas actividades que dedicaba al Patrimonio la enton- ces Conferencia —luego Congreso— de Poderes Locales y Regionales de Europa, entre las que merece destacarse las Confrontaciones de Ciuda- des Históricas, celebradas regularmente en los años que siguieron a esta Campaña de 1975.
Nuevas categorías de Patrimonio
Resulta importante comprobar como esa evolución discurría en paralelo con la acción que Europa Nostra realizaba a nivel de la sociedad civil, a través de las asociaciones que se iban inte- grando en la Federación y que, por vez primera, hicieron oír su voz en las diferentes reuniones celebradas durante o después de ese Año del Patrimonio Arquitectónico y dispusieron de una plaza como observadores —con voz, pero sin voto— en el citado comité de expertos guberna- mentales, al terminar la campaña y en los comités que le siguieron.
   HISPANIA NOSTRA · 40 ANIVERSARIO 21



















































































   21   22   23   24   25