Page 60 - Gaudí. La búsqueda de la forma
P. 60

66 GAUDÍ Y LA CONSTRUCCIÓNcriados, con una solución que no se ha aplicado en ningún otro edificio de Gaudí, ni de otros arquitectos, ni tampoco en ninguno de los tratados de la época (J.-L. Gon- zález, 1993b). Están hechos con vigas de gran canto de 40 × 30 cm, con forma afi- lada en un caso, y en el otro de 30 × 30 cm, giradas 45 grados en relación con su dis- posición habitual, con la misma intención en los dos casos: apoyar una solera de diver- sas capas de mortero y piezas cerámicas hasta llegar a un grueso aproximado de unos 15 cm (fig. 14).Se ha comprobado que esa configuración tiene unos efectos aislantes acústicos extraordinariamente elevados que resuelven el problema principal de esa situación, el ruido de impacto, y también el aéreo (Audioscan). Estamos, en consecuencia, ante un Gaudí claramente preocupado por la comodidad ambiental de sus clientes y que tam- bién consigue organizar eficazmente la ventilación de los edificios, rematada en la azotea por los sombreretes ya mencionados. Es un aspecto de Gaudí (muy poco estu- diado todavía) que le muestra preocupado por el ambiente físico de sus obras (J.-L. González, 2002).CUBIERTAS. En cuanto a los materiales utilizados como acabado final de las cubier- tas, podemos destacar el de la Casa de los Botines, hecho con un revestimiento de pizarra, un material tan sólo justificado desde el punto de vista de la adaptación al lugar, y con un original sistema de evacuación de aguas (J.-L. González, 2002); el la de Bellesguard (Trouerbach, Molema, 1979), que se basa en la utilización de la mis- ma piedra de la fachada, lo que otorga una inusitada continuidad plástica de texturas y colores a todos los elementos de la envolvente, todo lo contrario del caso anterior, o el de la Casa Batlló, con las escamas de cerámica vidriada. En la Casa Milà, además de la buhardilla (Flores, 1999), encontramos una solución mixta: una azotea escalo- nada que, gracias al fraccionamiento, evita de raíz los problemas típicos (movimien- tos, grietas, etcétera) que suelen darse a causa de los tragaluces, resueltos con fábri- ca de ladrillo tabicado revestida con trencadís. Con ese mismo sistema se hicieron las dos cubiertas de los pabellones de entrada del Parc Güell (Bassegoda, 1992).En cuanto a los sistemas de soporte, cabe notar que los de la Casa de los Botines no plantean ninguna propuesta que no sea la de utilizar los sistemas más comunes en el lugar, basados en elementos de madera. Por el contrario, Bellesguard representa uno de los casos más interesantes de uso de elementos de obra de fábrica (Trouer- bach, Molema, 1979; fig. 15). Lo mismo sucede en la buhardilla de la Casa Milà, don- de la utilización de arcos diafragmáticos de perfil catenario y las soleras tabicadas trabados entre sí reducen al mínimo la cantidad de material necesaria (Bergós, 1953, 1965; fig. 16).Las dos iglesiasLa función de pilares, columnas, arcos, bóvedas, fachadas y cubiertas de los dos edifi- cios eclesiásticos que Gaudí imaginó era crear espacios dotados de un ambiente más bien austero, todo ello bajo la exigencia prioritaria de soportar la acción gravitatoria. No fue considerado el efecto de un movimiento sísmico importante, poco probable en Barcelona.En los dos casos Gaudí sólo pensó en soluciones basadas en las fábricas tradicio- nales de albañilería de piedra o ladrillo que, como ya se ha indicado, sólo tienen resis- tencia a compresión. En consecuencia, tanto el problema como el repertorio posibleTecho artesonado de aspecto decorativo, pero con comportamiento estructural, del Palau Güell (fig. 13)Sección de techo inusual y con condi- ciones acústicas singulares (fig. 14)Demostración de las extraordinarias posibilidades de la obra de fábrica de ladrillo de la torre de Bellesguard (fig. 15)Con el ladrillo formando elementos tabicados pueden hacerse estructuras de apoyo ligeras y resistentes,como en la Casa Milà (fig. 16)


































































































   58   59   60   61   62