Page 56 - Gaudí. La búsqueda de la forma
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62 GAUDÍ Y LA CONSTRUCCIÓNla buhardilla de la Casa Milà, las cubiertas y las paredes de las Escuelas Provisiona- les de la Sagrada Família, y algunas de las bóvedas de la iglesia de la Colònia Güell (Bergós, 1953, 1965).Para completar la relación de técnicas de Gaudí hay que añadir la prefabricación de piezas de medida pequeña con ladrillos, baldosas o piedra artificial, un procedimiento aplicado en muchas de las obras del Parc Güell.Teniendo en cuenta las dimensiones de cualquier elemento del parque, hizo bastantes diseños basados en una repetición inten- cionada de elementos con el fin de facilitar su producción prefabricada (Paricio, 1981).Así, pues, puede afirmarse que Gaudí, excepto en los pocos casos mencionados, no consideró necesario para obtener los elementos de su arquitectura utilizar las técnicas que aportaba la gran novedad de mediados del siglo XIX o principios del XX: la gran resistencia a la tracción del acero, solo o combinado con el hormigón.Y ese hecho, como no podía dejar de suceder, también tuvo unas consecuencias transcendentes en el reper- torio gaudiniano de formas arquitectónicas.En los elementos verticales (pies derechos, pilares, columnas, paredes), por el hecho de que casi siempre trabajan a compresión, ese factor no influyó demasiado, pero sí que lo hizo en los elementos que tienen que salvar una pequeña luz, como la parte superior de las ventanas, o en los elementos estructurales que deben salvar un gran espacio. Si bien en los edificios de viviendas esa cuestión no tiene una gran importan- cia, sí que la tiene, y mucha, en los dos edificios religiosos que hizo Gaudí, cuyas for- mas no producen ninguna tracción.Por tanto, es razonable afirmar que la gran aportación de Gaudí consiste en una extraor- dinaria capacidad de inventar, a partir de los materiales, las fábricas y las técnicas del pasa- do más remoto, novísimas formas arquitectónicas no gratuitas, es decir, relacionadas con un uso concreto según su posición vertical u horizontal, o su función, como, por ejemplo, crear espacios que soporten cargas o ambientes aislados del exterior. Además, el arqui- tecto catalán planteaba, siempre que podía y el cliente se lo permitía (A. González, 1990a), tanto el problema como la solución desde la misma raíz, desde el origen. Veámoslo.Pilares, paredes y fachadasP I L A R E S . Ya en obras tempranas se percibe una original utilización funcional de los pila- res o pies derechos para crear espacios flexibles. Es el caso, por ejemplo, del Palau Güell, cuyas tres primeras plantas (el sótano y las dos dedicadas a las oficinas del propieta- rio) se han resuelto con pilares, de ladrillo o piedra de una sola pieza, que permiten un uso flexible de ese espacio administrativo (fig. 4). También en la Casa de los Botines las plantas bajas se han resuelto con pilares de fundición siguiendo el modelo del Eixam- ple de Barcelona (J.-L. González, 2002).En cambio, no es nada habitual, sino todo lo contrario, la utilización de los pilares aislados y jácenas en los que se apoyan las vigas de los forjados de la Casa Milà (Heide, 1979). En este caso la intención de Gaudí no es conseguir un espacio de uso flexible a lo largo del tiempo, sino buscar la total libertad formal a partir de la distribución con tabiques de trazado encorvado que crean unos espacios internos muy singulares. Esa voluntad de forma habría quedado muy limitada en el caso de haber seguido el siste- ma habitual de paredes de carga (fig. 5, p. 63).Otra nueva técnica propia de Gaudí es la combinación insólita de los elementos verticales con los horizontales, de la cual tenemos dos ejemplos tempranos muy repre- sentativos: el Palau Güell y el colegio de las Teresianas. En el palacio, también en elPlantas sótano, baja y entresuelo del Palau Güell organizadas con pilares para permitir un uso flexible (fig. 4)


































































































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