Page 118 - Escritura experimental en España, 1963-1983
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Escritura ExpErimEntal En España, 1963-1983liberalizadores de autoa rmación poética frente a las convencionales normas de la escri- tura periodística, pero en su apropiación de las páginas de prensa no se puede apreciar una crítica explícita ni de los mensajes concretos que aparecen en ellas ni de la prensa en general como medio de comunicación. Sin embargo, cuando Concha Jerez realiza una obra como Fusilados esta mañana300 está ejerciendo una crítica directa, está denunciando una situación política al poner en evidencia, por medio de la tachadura de las columnas periodísticas, la presencia del terror político en un medio de uso cotidiano: el diario.Dentro del mismo medio, este procedimiento, al ser aplicado a otros tipos de informa- ción, sugiere la persistencia de una misma voluntad crítica. Del terror político pasó Concha Jerez a tachar los espacios periodísticos destinados a la crítica de arte, como hace en la obra titulada 12 críticas de arte = 12 páginas de estética, pero entonces interviene con cierta carga irónica, tachando lo escrito y poniendo en evidencia el valor de los espacios en blanco que quedan entre las columnas, como si el interés de la crítica de arte estuviera no en lo que dice, sino en los intersticios de la escritura, en los rincones que no han sido escritos. En un diario cada tipo de noticia tiene una particular puesta en página y un tratamiento visual que permite distinguir a bulto una página de economía de otra de deporte ya que cada una tiene su propio tipo de composición. Los «directores de arte» del periódico disponen en la página las formas de las columnas, la posición de las imágenes y los espacios en blanco que componen la página. Las páginas de crítica de arte también poseen una estructura «estética» que no depende de los críticos, de las palabras que escriben o de los juicios que emiten, sino de los espacios en blanco que los «directores de arte» le conceden a las páginas.Con trazos caligrá cos gestuales introduce un palimpsesto en forma de escritura manuscrita que tacha y niega las palabras impresas dejando a la vista solo la  rma del críti- co y la referencia al medio y la fecha en la que se publicó. La artista Concha Jerez contesta así a los críticos de arte señalando, mediante gestos caligrá cos, los espacios en blanco que quedan entre las columnas de palabras impresas. Siguiendo la larga estela de Stéphane Mallarmé: valorando los espacios vacíos como texto poético y despreciando las palabras tipográ cas que son tachadas, es decir, negadas, expresando así su «crítica a la crítica».La experimentación de Concha Jerez se decantó en los primeros años de la década de los ochenta hacia otro tipo de formas conceptuales, como la instalación,301 la performance, la producción de «objetos manipulados» y el arte radiofónico, pero tanto en los espacios intervenidos, en los objetos transformados y las acciones se mantiene una actitud crítica que es puesta en evidencia a través del empleo de la palabra y de los signos. En casi todas las obras de Concha Jerez se pueden leer palabras y frases que han sido trazadas caligrá camente o compuestas con tipos propios de la epigrafía.Su interés por el arte conceptual, la condujo en 1983 a coordinar una importante exposición, «Fuera de Formato»,302 en la que de manera panorámica se dieron a conocer estas prácticas en España.300. La obra consiste en una carpeta, un expediente, en el que hay cuatro fotocopias de sendas páginas de los diarios del 27 de septiembre de 1975 donde se da la noticia de los últimos fusilamientos del franquismo. Concha Jerez ha tachado aquellas columnas que no tratan esta noticia haciendo evidente el tema central.301. Véase Javier maderuelo: «Todo está en la realidad/Everything is in Reality», en Concha jerez: In Quotidianitatis Memorian, 1987, pp. 5-9.302. Rafael peñalver (ed.): Fuera de Formato, ob. cit.122


































































































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