Page 39 - El poder del pasado. 150 años de arqueología en España
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 la realidad de las teorías sobre el hom- bre prehistórico [ fig. 2 ]. Caminero plan- teó que los restos considerados como fósiles humanos y restos de industria lí- tica quizás pudieran pertenecer a ani- males que habían precedido en el tiem- po a los humanos y que habían sido muy semejantes a ellos. Esta polémica se produjo en el marco del debate so- bre la existencia de la humanidad en el período geológico terciario. La cuestión del « hombre terciario » afectaba a dog- mas religiosos como el de la creación del hombre por Dios, la unidad de la es- pecie humana y la existencia de prea- damitas o de precursores humanos.
Las ideas evolucionistas de Darwin y la expansión de la nueva vi- sión del pasado de la humanidad trans- mitida por la Prehistoria fueron secun- dadas en este período por autores,
como Antonio Machado Núñez y Fran- cisco M. Tubino. En 1869 Machado, pro- fesor de historia natural en la Universi- dad de Sevilla, fundó junto con el krausista Federico de Castro la Revista Mensual de Filosofía, Literatura y Cien- cias de Sevilla, a través de la cual intro- dujo y divulgó las ideas de Darwin y di- fundió temas relacionados con la Prehistoria. Por su parte Tubino, ade- más de traducir al español una amplia y extensa exposición de la teoría evolu- cionista de Darwin, llevaría a cabo una importante actividad de difusión en el campo de la Prehistoria, acudiendo en 1869 con Vilanova al Congreso Inter- nacional de Antropología y Arqueolo- gía Prehistórica de Copenhague. Am- bos, Vilanova y Tubino, legaron colecciones y objetos prehistóricos al Museo Arqueológico Nacional [ fig. 3 ].
FIG. 3
Familia en ambiente primitivo. En J. Vilanova y Piera
y Juan de la Rada ( 1892 ): Geología y Protohistoria ibéricas. Madrid, El Progreso Editorial.
La configuración en España
de la arqueología prehistórica
El primer descubrimiento de materia- les paleolíticos en España lo realizó en 1862 el ingeniero de minas Casiano de Prado, en el yacimiento de San Isi- dro ( Madrid ), junto con los geólogos franceses Edouard de Verneuil y Louis Lartet. El hallazgo de dicha herramien- ta lítica implicaba que habían existido seres humanos en un pasado lejano, a más de un millar de kilómetros al sur de las excavaciones de Francia e Ingla- terra, donde se había encontrado las primeras evidencias de la antigüedad de la humanidad. Este descubrimiento fue el resultado del interés por la nueva disciplina que manifestó un pequeño núcleo muy activo y bien informado de ingenieros de minas, como Prado, y paleontólogos y naturalistas, como Vi- lanova y Machado, pertenecientes a instituciones académicas y docentes. Otros como Tubino no tuvieron una vinculación oficial pero desarrollaron una importante labor de comunicación científica. Ellos fueron los encargados de transmitir las evidencias de la remo- ta presencia de la raza humana en la Tierra. Participaron en congresos inter- nacionales y construyeron una red de contactos con colegas franceses y bri- tánicos, con quienes intercambiaron materiales y realizaron conjuntamente trabajos de campo ( Pelayo y Goza- lo 2013 ).
FIG. 2
Daguerrotipo de Juan Vilanova, alrededor de 1850.
  La etapa pionera de la arqueología española ( 1867-1912 )
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