Page 61 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 SYLVIA L. HILTON*
ESPAÑA Y LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
* Universidad Complutense de Madrid.
1. Jorge III a Lord North, 26 de julio de 1775, en The Correspondence of George the Third with Lord North From 1768 to 1783. Edited
W. Bodham DONNE. London: John Murray, 1867, volume 1, p. 255.
2. GARCÍA MElERO, Luis Angel.
La independencia de los Estados Unidos de Norteamérica a través de la prensa española (‘Gaceta de Madrid’ y ‘Mercurio Histórico
y Político’). Los precedentes (1763- 1776). Madrid: Ministerio de Asuntos Exteriores, 1977.
3. Historia del establecimiento y comercio de las colonias inglesas en la América Septentrional:
en que se da noticia del estado actual de su población, y algunas relaciones individuales y curiosas, acerca de la constitución de su gobierno, principalmente de la Nueva Inglaterra, de la Pensilvania, de la Carolina, y de la Georgia. Madrid: Joaquín Ibarra, 1768. Es traducción de [BuTEl-DuMONT, Georges-Marie (atribuido).] Histoire et commerce des colonies angloises dans l’Amerique septentrionale.
Où l’on trouve l’état actuel de
leur population, & des détails curieux sur la constitution de leur gouvernement, principalement sur celui de la Nouvelle-Angleterre, de la Pensilvanie, de la Caroline & de la Géorgie. A Londres: et se vend à París: Chez Breton, imprimeur ordinaire du Roi, 1755. Esta obra también se ha atribuido a François Véron Duverger de Forbonnais.
Son bien conocidos los problemas con que se enfrentaba el Estado español a partir de la célebre declaración de independencia estadounidense en julio de 1776. No fue una sorpresa para el gobierno de Carlos III. Tampoco lo fue el hecho de que aquel conflicto pronto dejó de ser una crisis colonial
británica interna, para convertirse en una larga guerra internacional, tal como había previsto el propio rey Jorge III cuando comentó a su primer ministro Lord North: “Tengo claro una cosa, que debemos persistir, y no dejarnos desalentar por las difi- cultades que puedan surgir en cualquier lado del Atlántico.”1. En efecto, el soberano español y sus asesores venían siguiendo de cerca el desarrollo de la creciente actitud de rebeldía de las colonias anglonorteamericanas a partir de 1764, y se habían preo- cupado de mantenerse bien informados sobre los términos en que se planteaban las diversas disputas y sobre sus causas y sus posibles vías de solución. Incluso se publi- caron en la prensa periódica madrileña las noticias más destacadas sobre el proceso2. El pequeño público lector español no contaba con muchas más fuentes de información sobre Anglonorteamérica, pero sí circulaba una obra francesa de 1755 publicada en traducción española en 1768 bajo el título de Historia del establecimiento y comercio de las colonias inglesas en la América Septentrional 3.
Luego, en plena guerra, y con el fin declarado de satisfacer la demanda pública de información en español sobre Anglonorteamérica, apareció en 1778 la obra titulada
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