Page 57 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 LA GUERRA DE LOS SIETE AÑOS (1754 / 1756-1763) 55
3 HACIA LA PAZ DE PARÍS
Los franceses exhortaban a la firma urgente de la paz, viendo que la pérdida de la armada española era la pérdida de su propia defensa en Ultramar. En España, no sin dolor, se escucharon las voces de la paz, aunque el propio Carlos III ofrecía la última palabra en materia de guerra o paz a Luis XV. La toma de La Habana supuso una crisis de gobierno en Londres, porque los belicistas se crecieron, frente a los pacifis- tas. Al fin, triunfó esta bandería, pero frágilmente, pues se esperaba que en cuanto comenzaran las sesiones del Parlamento, se harían oír más las voces de la guerra. Así que con ligeras modificaciones sobre el texto presentado por Inglaterra las reuniones a tres bandas, el 3 de noviembre de 1762 en Fontainebleau se firmaron los prelimi- nares de un Tratado de Paz entre Choiseul, Bedford y Grimaldi.
Se mandaron a Madrid los documentos de la paz. Se recibieron con profundo desagrado. El 6 de diciembre de 1762 se hacía oficial y pública la aceptación de la paz. A su vez, durante las semanas previas se habían ido ratificando los acuerdos tanto en Londres, como en Lisboa.
El Tratado definitivo, cuya redacción final se retrasó al parecer por la —lógi- ca— intrusión portuguesa en las discusiones, así como por las modificaciones o co- rrecciones que se introdujeron o intentaron introducir sobre la redacción originaria inglesa, quedó listo para el reconocimiento internacional. Así, efectivamente, el 10 de febrero de 1763 se firmó la Paz de París, paz por lo demás “tan poco feliz para noso- tros.”16. Las delegaciones estaban encabezadas por Choiseul, Grimaldi y Bredford.
La Guerra de los Siete Años, que en el apéndice de los territorios americanos (en la guerra hispanobritánica) no duró más de medio año, fue asaz desdichada para Francia, que perdió importantes territorios ultramarinos.
España recuperaba La Habana y Manila, pero cedía Menorca —invadida durante la guerra— y Florida. Recibía Luisiana. Francia ratificaba la cesión de Ca- nadá y varias islas caribeñas (Dominica, Granada, San Vicente, Tobago...) y sus te- rritorios en la India (excepto algunas plazas) a Inglaterra. Compensaba a España con la entrega de la Luisiana. Con la pérdida de la Luisiana, Francia se desentendía “para el porvenir de las complicaciones que pudieran acaecer en aquellas partes; la lucha en Norteamérica quedaba circunscrita ya a España e Inglaterra solamente.”17.
Los ingleses se retiraban militarmente de Honduras, pero no comercialmente, ejerciendo control sobre el tráfico de palo de campeche; España tenía que renunciar a la pesca en Terranova. España le cedía la Florida. Inglaterra devolvía a Francia las islas de Guadalupe y Martinica. Portugal conseguía la restitución de la Colonia del Sacramento.
A su vez, el epígono centroeuropeo (Sajonia/Polonia con Rusia; Austria con Prusia) se firmó en Hubertusburg (Polonia) el 15 de febrero de 1763. “Poco antes [¿?] se había concluido la paz entre la Casa de Austria, la Prusia y Sajonia. De esta guerra
16. PAlACiO ATARD, 1945, p. 269.
17. Ibídem, p. 261.
























































































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