Page 104 - Carlos III. Proyección exterior y científica de un reinado ilustrado
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 24. Ibídem, pp. 241-242.
fueron llegando se instalaron en el Palacio del Buen Retiro y en el Palacio Nuevo, hasta que en 1776 el rey las cediera a la Real Academia de San Fernando para la formación de los jóvenes artistas en el ideal clásico. Idéntico destino tendría la fabu- losa colección de vaciados antiguos reunida por Mengs en Madrid y Roma, cedida al monarca antes de su retiro definitivo a Italia. Con un claro afán de instrucción pú- blica se hicieron duplicados de una selección de los mejores yesos para que sirviesen igualmente en otras academias y escuelas de dibujo de la Península, e incluso en la Academia de San Carlos de la Nueva España, en la ciudad de México24.
A pesar de la importancia concedida a los yesos para la formación de la “juven- tud estudiosa”, también se incorporaron durante su reinado a las Colecciones Reales varios mármoles clásicos, ahora repartidos entre el Museo Nacional del Prado, Museo Arqueológico Nacional y el propio Palacio Real de Madrid. Destacan las estatuas colo- sales de Deméter y Neptuno aparecidas en Corinto, ahora en el Prado (e00002 y e00003), conseguidas para Carlos III por Camillo Paderni en Roma, o diversas estatuas y relieves
JAVIER JORDÁN DE URRÍES Y DE LA COLINA 102
 Joven orador. Primer cuarto del siglo I. Mármol blanco. Museo Nacional
del Prado (Madrid).
asimismo conservados en aquel museo: Atenea Partenos (e00047), Joven orador (e00039), Hypnos (e00089), los relieves de ménades (e00042-3 y e00045-6), el de Cli- temnestra despertando a las Erinias (e00131), Prometeo creando al primer hombre (e00140 o los del sarcófago con la historia de Aqui- les y Políxena (e00118, e00120, e00180 y e00182), y la crátera neoática con un relie- ve de centauromaquia (e00303). Desde Italia también llegaron bronces y diez mo- saicos adquiridos de las colecciones del Palazzo Massimi alle Colonne, en Roma, que fueron colocados en el Palacio Real de Madrid hasta que en 1787 el rey los cedie- ra a la Real Biblioteca, y su bibliotecario Francisco Pérez Bayer pensara que su me- jor destino era ponerlos rodeando un re- trato del monarca allí expuesto25.
Sin embargo, la imagen dominante del clasicismo en los palacios reales de Car- los III no viene tanto de la disposición de yesos y mármoles en los interiores sino de la mano de Antonio Rafael Mengs y sus seguidores españoles, Francisco Bayeu y
 25. Ibídem, pp. 239 y ss.


























































































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