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Por tanto, en febrero de este año hemos cum- plido veinte años de uso y abuso de este término creado intuitivamente para describir este nuevo fenómeno de programas de audio disponibles digitalmente.
La definición de entonces todavía puede servir- nos: en aquella oportunidad el periodista destacó la accesibilidad y la facilidad de producción
como características claves de estos programas de audio, señalando que representaban «una plataforma ideal para aumentar la interacción entre emisor y receptor, dado que los contenidos pueden ser accedidos según la conveniencia del usuario». Esta descripción subraya la naturaleza descentralizada y personalizable del podcasting, que lo diferencia de los medios de comunicación tradicionales por su capacidad de ser consumido a demanda. Hoy ha llegado a ser un fenómeno de mercado por la rapidez de su crecimiento, seguramente gracias a que en la actualidad el consumo de pódcast se ha extendido a todo tipo de formatos y en una gran variedad de dispositi- vos, más allá del iPod original.
Vale, de paso, recordar que el nombre elegido en aquel bautismo mediático, «pódcast», fue más duradero que el dispositivo que inspiró la denominación. Según un informe de Statista,3 en mayo de 2023 se estimaba que había en el mundo unos 410 millones de personas escu- chando pódcast, 50 millones más de quienes lo habían hecho el año anterior. El 86 % de ellos lo hicieron desde sus móviles o sus tabletas.
Podemos, entonces, encontrar las raíces etimo- lógicas del término; sin embargo, resulta mucho más complejo acercarnos a una definición con- sensuada del formato. Vamos a acogernos aquí a la que diera el especialista en podcasting Isaac Baltanás:4 «Un pódcast es un archivo de audio descargable. En un sentido amplio, podcasting es todo audio que no se esté transmitiendo en
3 https://es.statista.com/grafico/26394/ numero-de-oyentes-de-podcast-a-nivel-mundial/
4 https://isaacbaltanas.com/que-es-un-podcast
directo». Quedémonos entonces con esta amplí- sima descripción y avancemos en nuestro análisis.
1.2. Concepto de pódcast cultural
Parece un pleonasmo decir «pódcast cultural». Puede ser tan reiterativo como indicar «subió arriba». O sea, la figura retórica del pleonasmo nos permite aquí comenzar este acercamiento a la idea de pódcast cultural aclarando que mu- chos lo son. Existe una gran variedad de pódcast que son piezas culturales en sí mismas. Arriesgo incluso la idea de que pronto el podcasting pueda ser considerado un género cultural más, como
el cine, la música, la literatura, el teatro o las artes visuales. Llevará tiempo, lo sé. Pensemos en las discusiones que se levantaron en torno
a considerar o no como un género cultural los videojuegos. Por citar un ejemplo reciente, pero podríamos retroceder más aún y recordar cuánto se debatió en torno a si el cine podía o no ser considerado el séptimo arte.
La naturaleza descentralizada y personalizable del podcasting lo diferencia de los medios de comunicación tradicionales por su capacidad de ser consumido a demanda.
Pero no nos detengamos en la polémica, dejé- moslo sugerido, tal vez para otro artículo. Este debe centrarse en la otra poderosa función que tiene este formato: la de ser medio de comuni- cación digital. Y como tal, si lo pensamos como formato comunicacional, permite a su vez ser catalogado en distintos subgéneros, que por supuesto no son compartimentos estancos. En tiempos de transmedias e hibridaciones resulta ingenuo imaginar que un mensaje (formulado en el formato que sea) pueda ser clasificado. Sabe- mos que las mixturas, hibridaciones, contagios, desbordes y mezclas están a la orden del día. Permítaseme, entonces, aclarado esto, que con fines organizativos trace de todos modos algunas divisiones genéricas, en las que se puede más o menos ordenar al formato.
EL PóDCAsT COMO hERRAMIENTA DE COMUNICACIóN CULTURAL · bIbIANA RICCIARDI
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