Page 141 - Anuario AC/E de cultura digital 2018
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Tres espacios de lectura que es necesario rein- ventar, tres pilares para un programa de largo recorrido: Ebook y Escuela, Ebook y Biblioteca, Ebook y Universidad. Una propuesta global, que suma los conocimientos y esfuerzos de
los diferentes agentes que interactuaban en
este, por aquel entonces, nuevo y desconocido proceso de lectura, con la urgencia que implicaba adelantarse a un futuro que se ha de prever al tiempo que se construye.
Los objetivos principales del programa fueron:
• experimentar para obtener datos empíricos que fundamenten sus diferentes actuaciones;
• dinamizar para generar proyectos y pautas específicos para el uso de los libros electró- nicos en los diferentes contextos;
• formar a aquellos profesionales que se han de encargar de implementar este nuevo so- porte en sus diferentes ámbitos de trabajo;
• divulgar para llegar a las comunidades escolares, bibliotecarias y universitarias del ámbito nacional e internacional;
• documentar para recoger y organizar toda la información vinculada con el desarrollo del programa y con las experiencias y prácticas que se llevan a cabo en otros lugares; y
• publicar los resultados obtenidos para transferir el conocimiento y extrapolar la experiencia a otros lugares.
La primera fase del proyecto se trabajó con lectores de 55 a 75 años. Y los resultados des- montaron el prejuicio sobre las resistencias de las personas mayores al uso de dispositivos digitales. Según Javier Nó, catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca e investigador partici- pante en la experiencia, «la práctica totalidad de los lectores de más de 55 años recomendaría el libro electrónico a amigos y familiares». Y más del 85 % del total estaría dispuesto a comprarlo74.
A continuación destacamos algunas de las conclusiones más interesantes del informe en relación con los lectores mayores.
Según este informe, los lectores habituales mayores de 55 años muestran una buena recep- tividad a los nuevos soportes de lectura digital. Se habitúan rápidamente a su uso y valoran sus ventajas sobre los inconvenientes. A pesar de no ser el grupo de edad más habituado al uso de nuevas tecnologías, no se producen resistencias en la apropiación de los nuevos dispositivos, prevaleciendo el acto de lectura sobre las carac- terísticas del soporte.
Sin embargo, en la adaptación a los dispositivos de lectura electrónica los mayores buscan más características de eficacia lectora (conformación de párrafos, cortes de líneas...) que aspectos técnicos relacionados con la sociedad de la información (conectividad, memoria...).
Por otra parte, la investigación también puso de manifiesto que el acompañamiento y las activida- des de dinamización en torno a la lectura digital tienen un impacto positivo en la experiencia de lectura. Tanto en lo que respecta a la apropiación y el uso de los dispositivos como en lo relativo a la comprensión del contenido.
Los lectores mayores de 55 años que participaron en el grupo experimental eran más conscientes de las fortalezas y debilidades del sistema, incluyéndolas en su discurso con más confianza, utilizaron más los dispositivos de lectura digital
y dedicaron más tiempo a la lectura. También disfrutaron más de la novela en torno a la cual se realizó el trabajo de dinamización y se constru- yeron una idea más elaborada de la historia y de sus personajes que los lectores que no participa- ron de la experiencia de dinamización.
Lo cierto es que, como avanzábamos, la investi- gación desmontó el prejuicio sobre las previsibles resistencias a los cambios por parte de lectores habituales de libros de papel, sobre todo los de mayor edad.
ANUARIO AC/E DE CULTURA DIGITAL 2018
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El lector en la era digital