Page 48 - 100 años en femenino
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 dinámica asociativa favoreció el desarrollo del asociacionismo de las mujeres. La participación femenina en los movimientos vecinales en la oposición antifranquista o en las asociaciones de amas de casa para mejoras sociales en los barrios populares fueron escenarios de lucha que facilitaban, desde finales de los sesenta, un aprendizaje social que permitió avanzar en un pro- ceso de concienciación feminista.26 De igual modo, estudian- tes y universitarias empezaron a reintroducir las primeras ini- ciativas de signo feminista.
El feminismo cuestionó las bases sexistas de las estructuras políticas, sociales y culturales franquistas y vinculó la libera- ción de las mujeres con la consolidación del proceso de demo- cratización política del país. El paso de un rechazo individual a una respuesta colectiva en el desarrollo de una agenda y cosmovisión feministas se consolidó con la celebración de encuentros de mujeres en Madrid y Barcelona. Democracia y derechos de las mujeres marcaron entonces los puntos de refe- rencia en la reelaboración inicial de la cultura política de signo feminista. En diciembre de 1975 se celebraron en Madrid las I Jornadas por la Liberación de la Mujer con la presencia de más de quinientas mujeres,27 mientras las Jornadas Catalanas de la Mujer, en mayo de 1976, reunieron unas cuatro mil muje- res. Consolidaron el firme compromiso feminista y la fuerza colectiva para transformar el orden patriarcal y establecer la igualdad. También reforzaron las vocalías de mujeres en el movimiento vecinal y fueron el punto de partida de un nuevo tejido asociativo feminista y del surgimiento de espacios de libertad. Las campañas posteriores en defensa de la amnistía para la mujer, los derechos reproductivos, el control del cuer- po, la igualdad en el trabajo o la eliminación de las prácticas discriminatorias caracterizaron la dinámica del feminismo. La presión ejercida por el asociacionismo feminista durante la Transición dio a la democracia un sentido político más iguali- tario y forzó a la sociedad a reconocer el principio de igualdad de las mujeres y a adoptar muchos conceptos del feminismo. Desde esta perspectiva, la nueva cultura política democrática partía de la base del principio de la igualdad y, en especial, de una reforma de las leyes patriarcales franquistas.
26—Mary Nash, Dones en transició. De la resistencia política a la legitimitat feminista: les dones en la Barcelona de la Transició, Barcelona, Ajuntament de Barcelona, 2007. Mary Nash y Gemma Torres (eds.), Feminismos en la Transición, Barcelona, Universitat de Barcelona-SEC, 2009.
27—Asociación «Mujeres en la Transición Democrática», Españolas en la Transición. De excluidas a protagonistas, Madrid, Instituto de la Mujer, 1999. Pilar Escarío, Inés Alberdi, Ana Inés López-Accotto, Lo personal es político. El movimiento feminista en la Transición, Madrid, Instituto de la Mujer, 1996.
49—Mary Nash Las mujeres en el último siglo






























































































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