Page 49 - 100 años en femenino
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La nueva cultura política propuesta por las feministas en dife- rentes foros incluía una revisión de la legislación franquista sobre la familia.28 Suscribieron la necesaria redefinición de la cultura política desde los valores de la igualdad y el reconoci- miento de una respuesta clara a las demandas de las mujeres. Incluyeron en sus propuestas la igualdad en el trabajo, el reco- nocimiento del protagonismo social de las mujeres, la crítica hacia el sexismo en el seno de los partidos de la izquierda, la necesaria incorporación de las mujeres a la política, la amnis- tía por los delitos tipificados como femeninos como el adulte- rio, la despenalización de los anticonceptivos y del aborto, los derechos reproductivos, el derecho a una imagen positiva y la mejora de la condición de las mujeres en el mundo rural. El reclamo de un sistema de creencias políticas de signo igualita- rio fue una constante que unía a las mujeres en el movimien- to feminista. Su visión de la ciudadanía y de la democracia se asentaba en el principio y la práctica de la igualdad de género y de una cultura política igualitaria.
El aprendizaje personal en los espacios feministas de liber- tad significó el empoderamiento de las mujeres al reforzar su práctica de libertad personal, mientras la Constitución democrática de 1978 reforzó el principio de igualdad entre las mujeres, aunque el fracaso en la adopción de una ley a favor de la amnistía femenina marcó los límites de la incidencia del feminismo. Las feministas pretendieron cambiar de forma radical el concepto de reproducción, maternidad, salud y sexualidad femenina.29 El reclamo de una maternidad libre- mente decidida fue prioritario en la lucha feminista. En parte respondió a los dictados de la maternidad forzada del régimen franquista y, además, fue un desafío a la sociedad patriar- cal, dado que se consideraba que subordinaba a las mujeres mediante la apropiación de la maternidad. El 7 de octubre de 1978 se despenalizaron los anticonceptivos, aunque la ley sobre el aborto tardó años hasta su despenalización en 1985 con el Gobierno socialista de Felipe González bajo un limita- do número de supuestos. Descontentos con las limitaciones de esta medida, algunos sectores reducidos del feminismo continuaron con la lucha por una ampliación de los supuestos para un aborto legal, conseguida en fechas muy recientes.
De igual modo que otros movimientos sociales de la Tran- sición, el feminismo sufrió también un proceso de desintegra- ción como gran movimiento social. Las tensiones internas, las discrepancias sobre la doble militancia política o la única mili-
50—Mary Nash Las mujeres en el último siglo