Page 203 - 100 años en femenino
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ma de la literatura catalana: Carme Montoriol, Teresa Ver- net, Anna Muriá, Aurora Bertrana o Carmen Karr.24
Esta generación será la que comparta ilusiones, proyectos, libros, tertulias y revistas con los miembros más destaca- dos de la generación del 27, la que recibirá los ecos de la vanguardia, la que descubrirá una nueva forma de vestir, de pasear por la ciudad: es, definitivamente, la primera genera- ción de mujeres modernas, término con el que se las conocía por entonces, que se cortaban el pelo, fumaban, frecuenta- ban las tabernas y los cines, hacían deporte y viajaban solas fuera de España. Es la generación que alcanzará su esplen- dor en los primeros años treinta, la que conocerá, después de la guerra, la amargura del exilio y con la que se cerrará el primer gran capítulo de la particular lucha por la igualdad.
Es la generación a la que pertenecen María Zambrano, Con- cha Méndez, Maruja Mallo, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre, Carmen Conde, Rosa Chacel, Elizabeth Mulder, Lucía Sánchez Saornil, María Teresa León, Marina Romero, Margarita Ferreras;25 pero es también la de las pri- meras políticas y parlamentarias españolas, la de Margarita Nelken,26 Victoria Kent y Clara Campoamor. Ellas conoce- rán el acceso de la mujer al mundo universitario y la con- quista del derecho al voto, y en muchos casos reivindicarán los derechos de las mujeres obreras y campesinas, pobres y analfabetas, conscientes de que su mundo, burgués y urba- no, les permitía andar un camino difícil, sí, pero lleno de privilegios.
Cuando en 1932 Gerardo Diego publica su famosa antología Poesía española contemporánea (1901-1932), que consagrará a los poetas del 27, no incluye a ninguna mujer; dos años des- pués, en la segunda edición, y tal vez, se dice, por mediación de Juan Ramón Jiménez, introduce a Ernestina de Cham- pourcín y a Josefina de la Torre. Gracias a su inclusión en esta antología de referencia, del grupo de escritoras que cul- tivaban la poesía han sido los únicos nombres algo visibles para la literatura posterior. Concha Méndez, editora, junto a Manuel Altolaguirre, de gran parte de los libros y las revistas más importantes del grupo, no encuentra su sitio en aquel parnaso.27 En los últimos veinte años ha habido una impor- tante labor de recuperación de nombres, de rastreo de obras y poemas, muchas veces sin editar,28 del mismo modo que se están realizando estudios académicos sobre sus obras.29
204—Mar García Lozano Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música del siglo XX