Page 201 - 100 años en femenino
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estaban en el suelo [...] y las fui armando de nuevo, como quien arma un rompecabezas. No dijo una palabra, nada preguntó ni su voz se alzó airada. Solo sentía una gran lástima. Y una deci- sión, una voluntad inmensa».18
Otra escritora de la misma generación, la gallega Sofía Casa- nova (1862-1958), utilizó, sin embargo, la oportunidad que le dio casarse con un noble polaco para dejar su tierra, ver mundo, aprender idiomas y convertirse en una de las prime- ras reporteras españolas en el extranjero, al firmar sus cró- nicas para el diario ABC desde Polonia y Rusia, donde fue testigo de la Revolución de Octubre.19 Casanova fue, junto a la poeta, narradora, crítica y estudiosa de la literatura clási- ca española Blanca de los Ríos (1859-1956), una de las mejo- res amigas de Pardo Bazán. De esta generación forma parte también María Goyri (1873-1955), una de las pocas intelec- tuales de la época que tuvo formación universitaria, mujer de Menéndez Pidal, recopiladora y estudiosa, como él, de gran parte de nuestra literatura popular. En la órbita del 98, tenemos que citar también a Carmen Baroja (1883-1950), miembro de una de las familias más vinculadas al 98, cuya biografía Recuerdos de una mujer de la generación del 98 ha sido editada hace apenas unos años.20 Las memorias de Carmen Baroja sacan a la luz las tremendas dificultades de una mujer, formada en un ambiente ilustrado y liberal, para salirse del papel que se le había asignado. Formará parte muy activa en la creación de una de las asociaciones más importantes que se crearon en Madrid para impulsar la cultura de la mujer, el Lyceum Club Femenino, fundado en 1926 por María de Maeztu.
La figura de María de Maeztu (1882-1947) es absolutamente clave para entender el papel de la mujer en esta generación que se abre hacia el 27, esos años en los que España, y espe- cialmente Madrid, vivió uno de los periodos más creativos e intensos de su historia. Su labor en defensa de la educación de la mujer, heredera de las ideas de la Institución Libre de Enseñanza, la llevó a aceptar la creación, en 1915, de la Resi- dencia de Señoritas, una especie de versión femenina de la famosa Residencia de Estudiantes, tan fundamental en la historia literaria y artística de los años veinte. En la Resi- dencia de Señoritas vivieron, por ejemplo, Victoria Kent, cuando se trasladó a Madrid para estudiar Derecho, o la periodista Josefina Carabias. Siguiendo el modelo de las asociaciones de mujeres que ya proliferaban en Europa, en
202—Mar García Lozano Rutas ignoradas. Mujeres en la literatura y en la música del siglo XX